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Vidas ejemplares

La decisión de Idit

Sobre las personas ylos odios políticosnacionalistas

Luis Ventoso

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Idit Harel Segal, de 50 años, pelo largo, cara pálida, ojos expresivos y un pequeño pendiente en la nariz, vive en el asentamiento de Eshhar, al norte de Israel. Lo fundaron en 1986 judíos provenientes de Chicago. Son solo mil vecinos. Han sufrido presión y ... mantienen una fuerte ideología derechista-nacionalista-sionista, que ella comparte. Idit, tiene tres hijos, dos chicos de 23 y 15 años y una niña de 10. Pasado el ecuador de su vida, comenzó a obsesionarse con una frase que rumiaba su abuelo, superviviente del Holocausto: hay que pasar por el mundo haciendo algo significativo. Así que decidió inscribirse en el programa israelí de donantes y dar uno de sus riñones. «Quería hacer algo grande. ¿Y qué hay más grande que salvar una vida?». En su familia se armó la de Dios. Su marido Yuval la amenazó con el divorcio. Su padre le retiró la palabra por arriesgar «gratuitamente» su vida. Pero todo eso no fue nada comparado con lo que vino luego: el receptor del riñón de Idit resultó ser un niño palestino de tres años, vecino de Gaza, que había nacido con un problema congénito que lo mantenía atado a la diálisis. Fue el acabose en una casa con tres familiares muertos en atentados palestinos.

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