Suscribete a
ABC Premium

Vidas ejemplares

Añoranza de otro país

Tenemos una España pública que arrumba lo trascendente y demasiado ceñuda

Luis Ventoso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ya sé que supone una paradoja que organice un homenaje a las víctimas del Covid un Gobierno que a día de hoy sigue ocultándonos la cifra real de muertos. Un Ejecutivo que se resistió a declarar el luto oficial cuando los españoles caían a miles ... y cuyo presidente ha mostrado nula empatía con el dolor de las familias (optó por el marketing triunfalista y por ocultar las imágenes del sufrimiento). Ya sé que es enojoso que en un país mayoritariamente católico se omita en el homenaje toda alusión a lo trascendente, que no haya un responso de un clérigo, o un himno fúnebre religioso, que se evite la más mínima referencia a la fe cristiana que orientó la vida de muchas de las víctimas (¿o es que los miles y miles de ancianos que perdimos eran todos ateos?). Ya sé que puestos a elegir un comunicador para presentar el acto muchos habríamos preferido a uno que no se distinga precisamente por sus principios fluctuantes y capacidad de flotación. Pero aún así, creo que si el Gobierno de España organiza un acto por las víctimas del Covid, que son más de cien mil de nuestros compatriotas, y si ese homenaje está presidido por el Jefe del Estado, es el deber de todos los españoles apoyarlo, sumarse, aunque nos rechinen algunos de sus aspectos y motivaciones.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia