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Un ídolo llamado Arnaldo

El frente transversal del odio sabe que el golpe es ahora o nunca

Hermann Tertsch

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Nada define mejor la deriva moral y política del nacionalismo catalán que la irresistible ascensión del etarra Arnaldo Otegi como el icono viviente del proceso separatista y golpista. Las imágenes de pasados meses en las calles de Barcelona de colas espontáneas de nacionalistas a la ... espera de hacerse una foto con el terrorista y secuestrador como si se tratara de un ídolo de la música o el cine dicen más de la naturaleza real de lo que es hoy este separatismo que todas las proclamaciones solemnes e hipócritas sobre el carácter «pacifista», «democrático» o «no violento» del movimiento antiespañol. Desde que quedó en libertad de su última condena por dirigir la reconstrucción del brazo político de ETA, Otegui está más dedicado al campo de batalla catalán que al vasco. Y «Traktoria» lo abraza como un admirado y ejemplar enemigo de España.

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