Visto y no visto
El guirigay
El guirigay es la pescadilla que se muerde la cola, y al tabarrón de Ortega contra los «políticos profesionales» sigue el de los Orteguillas contra los «políticos amateurs»
Anunció Putin en el «Financial Times» la defunción del liberalismo y en Murcia se ha procedido al levantamiento del cadáver. «Mon cher cadavre!», que decía de Chopin la Dudevant, que eran como Almeida y Villacís: Chopin tenía la pinta del mal de bronquios, pero ya ... veremos la de Almeida, un solterón vocacional condenado por el Sistema a ir a la oficina del bracete de una parienta política.
¡La de tiempo, dinero y categoría que ganaríamos todos sólo con cambiar el sistema proporcional, oligárquico, por el mayoritario, democrático! Almeida iría solo a la oficina, en Murcia habría presidente elegido por los electores, y un diputado cunero por Toledo como Girauta no tendría que estar haciéndose el Massu para impresionar a Macron.
Massu, general de los paracaidistas franceses en Argel, donde autorizó la tortura, se desnudó y se hizo atar un cable eléctrico en el sexo, y al concluir la sesión de tres horas declaró: «Las quejas de las víctimas son exageradas. Fue muy desagradable, pero soportable». Cuando Donald McKinnon, presidente de la Sociedad Aristotélica, leyó la noticia en «Le Monde», fue a clase y dijo a sus alumnos que, ante eso, no podía seguir enseñando a Kant, autor del que Rivera, y lo dijo en la Carlos III, no ha leído «ningún título concreto», si bien «como vengo del mundo del Derecho, me vale lo mismo que Rawls».
-¿Y para esto nos sentamos cinco horas con Vox?
Cinco horas de Girauta a la mesa con Vox (recitando a Jarcha y a Sabina, la lírica de C’s) son, en efecto, más horas que las tres de Massu con la picana en el «gobernáculo teste», pero el centrismo carece de relato y tratará de presentar lo de Girauta con Vox como lo de Ben-Hur con su madre Miriam y su hermana Tirzah en el valle de los leprosos. Este guirigay es la pescadilla que se muerde la cola, y ahora resulta que al tabarrón de Ortega contra los «políticos profesionales» sigue el tabarrón de los Orteguillas contra los «políticos amateurs». En la banda del 78 calienta Romanones.