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Rosa Belmonte

La felicidad (la, la, la land)

Quizá parte del éxito de la película musical tenga que ver con la absurda obsesión por ser feliz

Rosa Belmonte

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Cuando salí de ver « La La Land » tuve que ponerme varias horas de «Shoah» para que se me quitara el buen sabor de boca. Y la horrible visión de toda esa gente en el cine con cara de tontos (qué tentación la de mirar ... alrededor en lugar de a la pantalla). ¿Cómo es posible que una película mona como un gato arme tal escándalo de aprobación? Ay, esa lucha por cumplir los sueños, esas renuncias, ese salirse del coche y ponerse a cantar, esa operación de nostalgia (aparte del musical clásico y el francés de Jacques Demy, ¿no tenía el director nada mejor para homenajear que «Casablanca» y «Rebelde sin causa»?). Una declaración de amor al cine, dicen. Una declaración de amor al cine es una película de John Ford. Plano secuencia es el del principio de «Sed de mal». Reírse de la aversión al gluten lo hace «Portlandia» sin cursiladas.

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