Suscribete a
ABC Premium

Extrema izquierda

SI es cierto que existe en España una derecha exaltada, bronquista y autoritaria, que sabotea con su alboroto ultraconservador el proyecto de una mayoría moderada de centro, no resulta menos inquietante el surgimiento de una izquierda extremista y radical que ha cobrado vuelo bajo el ... impulso complaciente del zapaterismo, cómodo ante cualquier sacudida de agitación que aliente la división frentista y trate de sustituir los consensos de la Transición por una oleada de rupturismo y de discordia civil. Cada vez que ha visto amenazada su hegemonía o embarrancada su gestión al frente del Gobierno, el PSOE de Zapatero ha dado alas a la radicalización política y social con el objetivo de aislar al centro-derecha y alejarlo de cualquier expectativa de regreso al poder. Casi siempre le ha salido bien; desde las algaradas del 13-M de 2004 hasta la reciente resurrección de los fantasmas del franquismo, pasando por el Pacto del Tinell o los «cordones sanitarios», la estrategia de la confrontación funciona como catalizadora de demonios históricos que provocan la movilización de izquierdas y nacionalismos en una especie de frente común del que el presidente acaba sacando rentables réditos electorales.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia