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Hermann Tertsch

España en la agenda

Pocas veces ha tenido más contenido político una visita en España. Obama dejaba claro que es interés común de la OTAN una España unida y sólida

Hermann Tertsch

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El presidente norteamericano ha hecho una brevísima visita a España. Tan corta que no ha dado tiempo a Barack Obama a sentarse con Pablo Iglesias a estudiar y debatir extensamente todos los grandes problemas mundiales del momento. Esta vez no pudo ser. Tres minutos y ... medio dedicó Obama a cada uno de sus tres interlocutores de la oposición al presidente en funciones que son Pedro Sánchez, el referido Iglesias y Albert Rivera. Tres minutos y medio en los que le dio tiempo a hablar con alguno de ellos hasta de baloncesto. Por lo que hay que deducir que no traía planes de arrancarle a ninguno sus más íntimos secretos. El presidente Obama ha sido implacable con su economía del tiempo. Quería estar ya en EE.UU., pero tenía que venir a lo que venía. A hablar en Rota. A sus militares, pero también al resto del mundo. También a aquellos que amenazan con los misiles. También desde Irán, de ese régimen por cierto que tienen a sueldo en su televisión al tal Iglesias que hoy cuenta con 71 diputados en el parlamento español. Era Rota, no Zarzuela ni La Moncloa el centro de su visita. Claro que Obama se ha sentido cómodo con el Rey Felipe VI. No son esclavos del momento político. Lo son los políticos, que se comían las uñas para no pedirle un selfie al visitante, amenazaban con dejar a alguien tuerto con el abanico o le regalaban al presidente un librito comunista, dedicatoria con faltas de ortografía incluida.

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