Elecciones o suicidio

Rajoy, que ya se lo barruntaba, hizo anoche una oferta de diálogo que no tiene posibilidades de llegar a ninguna parte porque los de enfrente no quieren hablar, solo marcharse. Su única utilidad es la de prolongar la unidad del frente constitucionalista que a duras penas ha mantenido cosido con alfileres en las últimas semanas con Albert Rivera y Pedro Sánchez. El líd e r de Ciudadanos se mantendrá junto al Gobierno a pesar de que su primera opción es la de forzar unas elecciones autonómicas. El secretario general del PSOE tendrá que reponerse del ridiculo que hizo el domingo por la noche al criticar por igual a Rajoy y Puigdemont antes de volver a colocarse, porque los suyos le aprietan, a favor del respeto a la Constitución, que es su única salida aunque el cuerpo le pida la contraria.

Lo que nos espera en las próximas fechas es más confrontación, nuevas querellas, procesamientos, detenciones , al fin el puñetazo en la mesa política que el Gobierno ha retrasado hasta hacerse inevitable y más enfrentamientos en la calle de provocadores y fuerzas de seguridad del Estado. Con lo fácil que sería aplicar el borrón y cuenta nueva y dejar votar de verdad a los catalanes.