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Tribuna abierta

La curiosidad mata al juez

«Confiado lector, cuídese de no tener un día la mala fortuna de encontrarse con uno de estos jueces de instrucción a quienes la curiosidad les lleve a reparar en su existencia, porque si es así, prepárese...»

Por Juan Damián Moreno

José Saramago, en su famosa novela Todos los nombres, cuenta la historia de un solitario funcionario del Registro Civil propenso a confeccionar fichas de personas famosas; un día, por casualidad, da con la ficha de una mujer desconocida y, acuciado por su curiosidad, ... decide llevar a cabo una detallada investigación sobre su vida, a la que dedica la mayor parte de su tiempo, para lo cual es capaz de ingeniárselas con tal de obtener cualquier información que le conduzca al paradero de aquélla.

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