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El conservador

El conservadurismo de Rajoy no es tan ideológico como político. Es un instinto de conservación del poder como oficio

Rajoy, a su salida del Congreso de los Diputados REUTERS
Ignacio Camacho

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Mariano Rajoy es un conservador natural, congénito. No tanto en el sentido ideológico —en el que se mueve por puro pragmatismo, aplicando medidas socialdemócratas o liberales según su conveniencia— como en plano individual y en el político. Su personalidad tiende al mantenimiento del statu quo ... por carácter, por arraigo, por temperamento, por instinto. Y en su condición de dirigente profesional, que ha pasado la mayor parte de su vida en la esfera pública, posee un olfato privilegiado para la conservación del poder para él y su partido. El poder como inercia, el poder por el poder, el poder por sí mismo. Tenerlo para que no lo tenga otro; el poder como espacio, como territorio, como recinto, pero sobre todo como desempeño, como carrera, como empleo, como oficio. Como una rutina que su larga trayectoria ha convertido en cuestión de principios.

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