Carnaza a los mercados

Algunos creyeron que el Gobierno, con Zapatero a la cabeza, se había caído del caballo en su particular camino hacia Damasco. Inspirado por ese Desayuno de Oración a la vera de Obama, el líder socialista había mostrado su mejor propósito de enmienda con la adopción ... de unas medidas económicas verdaderamente revolucionarias, fruto de un supuesto examen de conciencia y quizá también del dolor de los pecados sufrido en las encuestas de valoración política.

La expectación causada por la reestructuración de la Seguridad Social ha durado menos que un suspiro porque rápidamente el amigo Cándido Méndez ha alertado al ministro Corbacho que los grandes debates no se pueden abrir con patadas en la puerta. De ahí que el retraso de la jubilación a los 67 años o el aumento del período de cálculo de las pensiones se hayan disuelto como azucarillos en un vaso de agua en cuanto Zapatero ha visto las orejas al lobo de una presunta huelga general.

El Gobierno lo que ha hecho ha sido bajarse de la burra con un gesto típico de cara a la galería. El presidente está asustado de lo que está viendo y escuchando por Europa, donde no para de recibir improperios acerca de la descomposición económica que padece el país. Zapatero y su política de dispendio han perdido toda credibilidad y a este paso llegará el día, no muy tarde, que el Tesoro Público no pueda colocar los títulos de la ingente deuda con la que ahora se financia e hipoteca el gigantesco Estado de las Autonomías y del Bienestar Social en España.

Después de arrojar dinero y más dinero a problemas estructurales no resueltos, Zapatero no ha tenido otra que echar carnaza a los mercados para mantener vivas las apariencias y convencer a Europa de que no siempre es carnaval en España. Probablemente en esto último tenga razón el presidente del Gobierno porque los operadores no han entrado al trapo y han infringido un serio castigo en Bolsa vaticinando que ahora lo que viene es una época de pasión. Lo que en términos económicos se define como una gran depresión.

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