Suscribete a
ABC Premium

Un buen gestor del odio

¿QUÉ es un profesional de la política? Un buen gestor del odio. Madrid, 12 de octubre. 2003. Tan trivial era el gesto que ningún asistente se había apercibido. Tan insignificante era también su autor. Ya a media tarde, hubo de ser él mismo quien ... telefoneara a las redacciones: «¿Qué? ¿Qué os ha parecido lo que he hecho...?» Y, ¿qué diablos es lo que podría haber hecho aquel pesado don nadie?, se preguntaron, tras colgar, los requeridos. Repaso de las fotos, por si acaso. Nadie que no sea del gremio puede imaginar la cifra de las que se hacen en el curso de un desfile. Al fin, en una de esas que los fotógrafos tiran al azar de la ráfaga, aparece la tontada: el chico que sustituyó a Borrell tras levantarle la merienda a Bono, está sentado con cara de mala leche; todos, a su alrededor, de pie. ¡Bingo! Hay quien cambia la «primera», a toda prisa: ahí va la foto. Más por irrisión que por otra cosa. Un cateto, tenso en su silla mientras las tropas de un aliado pasan, no deja de ser un espectáculo. Y José Luis Rodríguez Zapatero -que hasta ese día se llamaba Nadie- inicia su leyenda.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia