Irene Montero | Ministra de Igualdad
A la caza del ‘machista’ hasta en el paritorio
El ‘think tank’ de Galapagar (o mejor, esa alberca de ocurrencias) no descansa. Lo último, encajar la mala praxis en el parto como ‘violencia de género’. Aunque haya ginecóloga y matrona, ¡machistas! serán
La inagotable fábrica de neologismos tontuso-posmodernos de la progresía ha alumbrado el término ‘violencia obstétrica’, última joyita terminológica con la que el tinglado feminista se refiere a las malas praxis que pueden ocurrir durante el embarazo, el parto y la crianza ocurridos en centros ... de salud y hospitales. Y a Montero, que no deja pasar la oportunidad de subirse entusiasmada a cualquier globo progre inflado, se le ha ocurrido que la próxima reforma de la ley del Aborto (echénse a temblar) incluya tan ‘obstétrico’ descubrimiento y, ya embalada en el despropósito, considerarlo ‘violencia de género’. Así, aunque el parto haya sido asistido por una ginecóloga y una matrona, por ejemplo, podrán ser acusadas de machistas. Naturalmente la profesión médica está en contra de esta criminalización preventiva de los sanitarios, las sanitarias y les sanitaries -como diría la ministra-, especialmente de los servicios de ginecología de la sanidad pública y privada, que son colocados en la diana para una presunta lapidación en el banquillo al grito de ¡machista!