Al Pacino: «Siempre me he mantenido alejado de Hollywood»

- ¿Qué le mantiene activo? ¿Por qué sigue en la profesión?

Sigo sintiendo la emoción de interpretar un papel. De encontrar algo en un guión que se relacione conmigo, que conecte conmigo. Cuando encuentro un papel que me gusta... disfruto mucho del compromiso, del trabajo de hacer ese papel. Lo que me gusta especialmente es interpretar papeles de los que entienda un poquito, sobre los que tenga algo que decir. Por ejemplo el de «The humbling» («La humillación»), que habla sobre la vida en el teatro. Leí el libro de Philip Roth y era maravilloso. Hablaba de un actor que se sale del camino establecido. Quise llevarlo más allá, así que llamé a Barry Levinson para que escribiera el guión. Los dos vimos que había humor en la historia, y parece que el público la está recibiendo muy bien.

- Cuéntenos con más detalle cómo elige sus papeles...

El proceso es el siguiente: recibes el guión, identificas al personaje y reflexionas sobre él. Por ejemplo en la otra película que presento en Toronto, en «Manglehorn». Ahí valoré otro elemento, como es el director. Iba a trabajar con David Gordon Green, que es muy especial y reta a los actores. Y después me daban la oportunidad de trabajar con la gran Holly Hunter. Ahí empezó todo. David escribió el papel para mí. Cuando un director ve algo en ti que le lleva a pensar que debes estar en su película... todo se pone en marcha.

- Usted también ha dirigido. ¿Ser actor le ayudó a dirigir mejor?

Sí. Cuando diriges y has sido actor aprendes cosas sobre los actores y sobre ti mismo. Es curioso, porque cuando estoy actuando no me fijo en cómo actúan mis compañeros. Estoy interactuando con ellos. Pero como director sí ves cómo funcionan los actores, y aprendes de las técnicas tan variadas que aplican. ¡Es interesante! Auque yo nunca me he considerado un director. He dirigido en alguna ocasión porque no había nadie dispuesto a hacerlo, pero yo veo el mundo desde el punto de vista del actor. El talento que yo pueda tener se debe a mi relación con la gente, a que entiendo sus sentimientos. Muchos actores tenemos ese don natural. Podemos sentir a la gente, saber lo que les pasa por dentro. Los directores ven otras cosas. Y yo no tengo la cualificación suficiente como para dirigir. Sí para actuar.

- ¿Es exigente con sus directores?

A mí lo que me apetece es estar en contacto con ellos. Sí, el guión es importante, pero es el director el que le da una visión al proyecto. Una cosa que no pasa en la televisión, por cierto. Se tarda mucho en hacer una película, y cuesta mucho dinero. En los viejos tiempos trabajaban los cineastas como David Lean, que hacían cintas épicas... ¡y no sé cuánto trabajarían hoy!

- ¿No le gusta entonces la ficción que se hace en televisión?

Algunas de las mejores cosas que he visto las he visto en televisión, pero aún así sé que los grandes directores de ese medio usan el lenguaje y el vocabulario del cine para hacer series. Ese lenguaje no tiene precio.

- ¿Cómo le ha tratado Hollywood?

Hollywood es un lugar del que, por una razon o por otra, siempre he estado alejado. Simplemente porque he sido un actor de teatro neoyorquino, y nunca he sentido esa conexión. Sí la he sentido con los grandes directores que han trabajado conmigo. Los grandes estudios y Hollywood son conceptos muy amplios, compuestos por muchas cosas. Ahora mismo Hollywood hace un tipo de películas de gran presupuesto, con tramas salvajes, acción... ¡que nunca han sido mi tipo de cine, aunque lo disfrute! Por ejemplo, hace poco disfruté de 'Guardianes de la galaxia'. Es maravillosa. Pero las películas que yo hago ahora son las que los estudios hacían cuando era joven. ¡Una película como « Pánico en Needle Park » (1971) la hizo Fox! Era una película independiente y de vanguardia. Los estudios ya no las hacen.

- ¿Se siente cómodo en los festivales? ¿No le cansa seguir presentando películas?

¡Me encantan los festivales! Te permiten ver ciertas películas en pantalla grande. Es increíble los detalles que puedes ver en una pantalla grande, ¡y que te pierdes en las pequeñas! Muchas películas se estrenan en noviembre y diciembre por el tema de los Oscar, pero aquí te encuentras con esas cintas que puedes cazar a lo largo del año y que te animan a hacer cine.

- ¿Qué opina entonces de ver cine fuera de las salas?

Cuando tienes que ver una película (saca su iPhone del bolsillo) en uno de estos cacharros, es un poco... ¡es muy raro! El evento de ir a un cine, con una pantalla gigante, se está empequñeciendo. Cambia el apetito del cine y el evento en sí mismo. Cuando estás en un cine con otras personas hay una comunidad que se reúne, y cuando ves algo en ese ambiente... participas más: la audiencia se ríe, no estás solo, la historia te atrapa. Cuando puedes hacer una pausa y ver la segunda mitad más tarde, ¡estás viviendo una experiencia diferente! Esta, la del cine, es la forma de arte con la que yo he crecido.