El 52% de las empresas de automoción prevé reducir su plantilla este año

En el lado más positivo, un 43% de los directivos considera que la situación mejorará en 2021, tres puntos por encima de la media de las respuestas que da el conjunto de empresarios y directivos españoles.

Las perspectivas de facturación para 2021 son positivas y un 63% confía en que se incremente este año, pero el 57% retrasa la vuelta a los niveles de ventas previos a la Covid-19 a más allá de 2022, según el informe realizado por KPMG junto a CEOE . El impacto del Covid-19 se percibe de esta forma en las previsiones de empleo e inversión ya que el 52% de las empresas encuestadas prevé reducir su plantilla este año, mientras que el 53% asegura que tendrá que recortar su inversión.

Para Begoña Cristeto , socia responsable de Automoción, Industria y Química de KPMG en España, «desde marzo de 2020 las matriculaciones de vehículos se han mantenido lejos de los niveles que se registraban antes de la pandemia y no parece que vayan a recuperarse hasta que la mejora de la economía sea percibida por el consumidor. En este escenario de incertidumbre es más necesario que nunca un esfuerzo coordinado de lo público y lo privado , con medidas que incentiven la demanda, que garanticen el mantenimiento de nuestras capacidades productivas y que apoyen a un sector estratégico para nuestro país en su transformación hacia la nueva movilidad sostenible«.

La digitalización ocupará un lugar destacado en las agendas corporativas, ya que un 69% sitúa las herramientas tecnológicas como la principal área de inversión para 2021, mientras que un 78% la considera s u principal reto a la hora de adaptarse a la nueva realidad . Para los próximos 12 meses los empresarios del sector prevén que la mejora de procesos sea su principal prioridad estratégica (74%), seguida de la transformación digital (62%), el desarrollo de nuevos productos (40%) y más de un 30% acceder al Plan Europeo de Recuperación Next Generation EU . Entre los principales riesgos destaca el de demanda para el 72% de los encuestados, bastante por encima de los regulatorios (46%) y tecnológicos (39%).

Las reestructuraciones operativas mantendrán el protagonismo que tuvieron en 2020, cuando el 64% de los empresarios del sector Automoción llevaron a cabo este tipo de medidas y, según explica el informe, el 45% prevé llevarlas a cabo en los próximos 12 meses.

Preguntados por los factores que han impulsado las fusiones y adquisiciones de sus empresas en el último año, todos los participantes de la encuesta marcan los factores estratégicos de consolidar la cuota de mercado , entrar en nuevas líneas de negocio, expandir la base de clientes, el alcance geográfico o aumentar la cadena de suministro. Por el contrario, colocan la incertidumbre económica (75%) y las dudas ante la evolución de la pandemia (50%) como los principales obstáculos para su realización en 2021.

El 67% de los directivos se muestra interesado en acceder a Fondos Europeos , especialmente para desarrollar proyectos de modernización y digitalización del tejido industrial y de la pyme, recuperación del turismo e impulso a una España emprendedora.

«El sector de automoción juega un papel estratégico en la economía y es impulsor de I+D+i . El entorno actual y sus retos son una clara fuente de oportunidades integradoras de un nuevo crecimiento para la industria de Automoción. Se constata que esas oportunidades van desde la digitalización, tanto de procesos industriales como de experiencias de los clientes, hasta el diseño y creación de modelos de movilidad sostenible, segura y responsable», explica Miguel Ángel Faura , socio de Auditoría responsable de Automoción de KPMG en España.

De acuerdo con la opinión mayoritaria de los fabricantes de vehículos, la transformación digital será clave para la generación de beneficios: un 87% de los encuestados considera que generará mayores ingresos en la cadena de valor que los elementos técnicos del vehículo. Casi la mitad de las empresas del sector (49%) no cree que los motores de combustión sean sustituidos por otros sistemas de propulsión antes de 2030 y cuatro de cada cinco sitúa a partir de esta fecha la circulación de vehículos autónomos en nuestras carreteras. En este sentido, la práctica totalidad del sector cree que la regulación determinará la agenda tecnológica de los fabricantes.