Seat León: el Ecomotive pugna con el 1.2 TSI

Un importe más o menos alto para hacernos con un modelo del que se pueden apreciar detalles accediendo a esta galería de imágenes y que homologa emisiones de 87 g/km, 12 g/km menos que su antecesor, a partir de un gasto medio de 3,3 l/100 km (en la práctica, sube a 4,8 l/100 km). Para ello cuenta con Start/Stop, función de recuperación de energía, un cambio manual de 6 relaciones especialmente adaptado (las últimas relaciones, sobre todo la sexta, son bastante largas y obligan a reducir para adelantar con seguridad) y neumáticos de baja resistencia al avance.

Y para ahorrar hasta la última gota, carenado optimizado de carrocería con aperturas de refrigeración semi cerradas en la parrilla, paneles en la parte inferior de chasis, spoiler de techo con taloneras laterales en la ventanilla del portón trasero.

El León es un automóvil magnífico, de lo mejor en su categoría (compactos generalistas). Tiene un acabado de primera que recuerda, y mucho, al del Volkswagen Golf , mucha amplitud interior para cuatro adultos de buena talla (o para dos y tres niños), un maletero en la media... Y junto a ello, un puesto de conducción que, más allá de tallas o corpulencias, a los cinco minutos de conducirlo nos abrazará con la sensación de llevar toda la vida a sus mandos, no solo por lo bien diseñado del entorno y los múltiples ajustes que ofrece; también por lo directo y comunicativo de la dirección, la precisión del tacto de freno o lo firme y a la vez acompasado de un conjunto sólido y monolitico, hasta sobre baches y apretando el ritmo en curvas.

Seat ofrece el León Ecomotive en las 3 carrocerías de la gama con 2 niveles de equipamiento: León SC de 3 puertas , berlina de 5 y familiar León ST con acabados Reference y Style, a los que ahora añade como complemento la serie especial I-TECH, muy completa y de tintes deportivos, en las imágenes de color azul.

Ésta última, a nuestro juicio la más interesante, aporta llantas de aleación de 16 pulgadas (de 17 como extra), sensores de lluvia y crepuscular, emblemas específicos, vidrios traseros sobretintados, retrovisores eléctricamente plegables con intermitentes LED, luz ambiental interior LED, asientos con tapizado en símil piel y tela, Radio Media System Plus… Pero es que además puede añadir faros LED (fantásticos, pero que cuestan unos 800 euros), navegador, aviso de pérdida de carril y asistente para cambio de aumbrado automático…

Y, por supuesto, estabilizador ESC, sensor de presión de neumáticos, ASR o control de tracción, anclajes Isofix con Top Tether en las dos plazas traseras laterales, volante multifunción, diferencial electrónico XDS que previene derrapajes, asistente de arranque en pendiente, climatizador bizona... Todos estos en la factura base.

Un coche a consierar, y para acertar. Pero, ¿con motor diésel o gasolina? Y es que la marca española también vende un más que sugerente León 1.2 TSI de 110 CV (175 Nm, por los 250 Nm que rinde el León Ecomotive), que cuesta 17.040 euros sin contar con el Plan PIVE 6 . Puede que no sea el más capacitado para «volar raso» con el coche a plena carga, aunque habrá que plantearse cuántas veces al cabo del año viajamos así. Por el contrario, en uso cotidiano, para ir al trabajo, para ir a por los críos al colegio o para ir a hacer la compra, es más que gratificante: suave, silencioso, con brío para salir bien de cruces e intersecciones... Sin lanzar las campanas al vuelo, una delicia, como asimismo refrenda la suavidad de sus mandos (incluido el cambio, de seis marchas).

Como guinda, cuesta unos 2.000 euros menos. Si consideramos su consumo medio real, de 6,7 l/100 km, estamos hablando de hacer casi 90.000 km antes de que el León Ecomotive salga más a cuenta. Y eso, en muchos casos, son seis años de uso intensivo, unos 15.000 km anuales. Muchos, para la mayoría demasiados. Vaya, compradores que no tendrán que antipar esa cantidad extra y que quedarán satifechos si se decantan por el León 1.2 TSI.