Probamos la nueva mecánica EcoBoost con cambio automático del Ford Fiesta

La transmisión automática y secuencial Powershift de doble embrague supone un importante avance en el segmento utilitario, que consigue sus mejores resultados al darse la mano con la mecánica EcoBoost.

Esta transmisión es equiparable a la DSG del Grupo Volkswagen o a la EDC que Renault instala en algunos de sus modelos, entre ellos el también urbano Clio GT.

En cuanto al motor, incorpora inyección directa de combustible , turbo y distribución variable sobre un bloque de 3 cilindros.

El ahorro de combustible se consigue también gracias a la tecnología stop-start. Pero las ayudas a la conducción también se han dado cita en este utilitario, con sistemas como el Active City Stop, que ayuda a evitar colisiones a velocidad reducida, y el sistema de conectividad por voz SYNC con Ford Help SOS, para avisar a los servicios de emergencia en caso de accidente.

Todo esto sobre el papel. En la práctica el resultado es un coche que se mueve muy bien, con un cambio automático al que no cuesta mucho acostumbrarse, aunque al principio, y sobre todo a bajas velocidades, puede parecer algo lento. Una sensación que se disipa cuando comenzamos a disfrutar de su comodidad , sobre todo en conducción urbana.

Carga tecnológica para un utilitario que ha crecido en tamaño, y con unas prestaciones que lo hacen muy válido para la utilización urbana, pero también para viajes más largos en autopista y carretera.

En la parte estética, el Ford Fiesta se ha renovado hace no demasiado, en concreto presentaba su nueva cara el pasado mes de septiembre. La vista frontal exhibe ahora una gran parrilla baja de silueta trapezoidal, con nuevos faros dotados de luces diurnas LED . Junto a nuevos tonos de carrocería y diseños de llantas, el Fiesta actualiza el interior.

En cuanto a, precio, podemos acceder al Fiesta Ecoboost desde 16.950 euros, con el tope de gama, con un acabado llamado Titanuum, por unos 18.700 euros. El «Forfi» ya no es tan pequeño.