«La mística de los guerreros de Xi'an fascina a un país comunista y ateo»
El divulgador Javier Sierra, comisario de la exposición Terracotta Army, desentraña algunos de los misterios de uno de los conjuntos arqueológicos más famosos del mundo
«La mística de los guerreros de Xi'an fascina a un país comunista y ateo»
Hace 2.200 años Qin Shi Huang escribió su nombre en la historia como el primer emperador de una China unificada. Las crónicas de la época le presentan como un gobernador supersticioso, astuto y cruel. No obstante, pese a esa crueldad, tuvo el detalle de ... no mandar ejecutar a toda su corte para enterrarla a su muerte junto a él. En lugar de seguir la tradición, Qin Shi Huang mandó esculpir su propia corte de terracota para velar por él en el paso a la vida eterna. Hoy, una pequeña parte de aquella corte, los a la sazón guerreros de Xi’an, puede verse en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa.
«Terracotta Army es una exposición que conmemora el cuarenta aniversario del descubrimiento de los guerreros de Xi’an», comenta Javier Sierra, divulgador y comisario de la muestra. «En 1974 un grupo de campesinos chinos descubrió la que probablemente fuera la tumba más completa y compleja descubierta sobre la faz de la Tierra. Lo que hemos hecho es reconstruir uno de los fosos del yacimiento arqueológico y traer piezas de diversas partes de la cultura Qin para ilustrar el contexto histórico», añade. Aquellos campesinos, por cierto, recibieron 10 yuanes por cabeza (poco más de un euro y medio al cambio actual) por su histórico hallazgo.
Hoy resulta difícil comprender las razones por las que el rastro de los guerreros de terracota se perdió durante 22 siglos. Sin crónicas de la dinastía Qin que hicieran referencia a los alrededor de 8.000 soldados, mantener una obra de tal calibre en secreto se antoja difícil. «Hay muchas incógnitas alrededor de los guerreros de Xi’an. No sabemos si la ausencia de fuentes documentadas se debió a que su construcción fue un secreto de estado, o a que había otras obras de mayor calibre que acapararon más atención. Tampoco sabemos si hay más fosas con más guerreros aún por descubrir. Lo que sí que sabemos es que los rostros de cada uno de los soldados es único, fue esculpido a mano, y todas las piezas estaban policromadas. El problema es que, después de tantos años, esa policromía desaparece en cuanto entra en contacto con el aire» expone Javier Sierra.
Para conocer más acerca la exposición, recientemente prorrogada hasta el 30 de marzo, las cámaras de ABC visitaron el Centro Cultural de la Villa. Allí, el propio Javier Sierra desentrañó algunos de los misterios de los guerreros de Xi’an, del emperador Qin Shi Huang y de su época. El resultado puede verse en el vídeo que acompaña a la noticia.
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