«Los madrileños hemos revivido el miedo del 11-M por culpa de un loco»

Los viajeros, asustados ante la amenaza del hombre, tiraron del freno de emergencia del vagón y lograron detener el tren y salir a la carrera. En cuanto llegaron servicios de emergencia y la Policía, activaron la circular 50 de protocolo antiterrorista. Como medida de prevención, los agentes desalojaron la estación y los trenes, incluso se llegó a cortar al tráfico la glorieta de Atocha, se desviaron las líneas de autobuses que pasan por la zona y el Metro no paró en la estación de Atocha Renfe.

«El hombre llevaba una túnica dentro de la mochila y no dejaba de gritar que se iba a suicidar y que no iba a irse solo de este mundo», relataba Rodrigo Serrano, uno de los pasajeros que se había montado en la estación de Vallecas poco antes de que el tren fuera desalojado, todavía con el rostro tenso por el susto del momento.

El hombre fue arrestado por los agentes en el acto, mientras los especialistas en desactivación de explosivos, Tedax, comprobaban que ni en la mochila y en su propio cuerpo portaba ningún tipo de explosivos. De momento, según fuentes policiales, el hombre ha sido trasladado a las dependencias de la Brigada Provincial de Información, en Moratalaz, donde le están tomando declaración, mientras que la Policía ha desactivado el citado protocolo.

Algunos pasajeros no soportaron la presión de la situación y el Samur llegó incluso a tener que atender a cuatro personas en el entorno de la estación de Atocha por crisis de ansiedad. «Los madrileños hemos revivido el miedo el 11-M por culpa de un loco. Las cosas no están como para tomarse esto en broma», decía tajante María Jesús, una empleada de Renfe, a la que todavía no se le había quitado el gesto serio y de susto minutos después de que se restableciera la circulación y la normalidad en Atocha.

Además, una joven ha sufrido una contusión en una muñeca al golpearse mientras salía del tren donde se encontraba el detenido. No obstante, todos ellos han sido dados de alta en el lugar, según han señalado fuentes de Emergencias Madrid.

Los viajeros y trabajadores de la estación de Atocha pasaron en cuestión de minutos del pánico a la indignación al conocer los detalles del suceso. «La Policía accedió al tren y les dijo que tenían que desalojarlo, aunque no explicaron el motivo. Nos enteramos por los diarios digitales», contaba Elisabeth, una mujer venezolana. «Es la primera vez que visito España, vine a ver a mi familia. No me puedo creer lo que acabo de vivir. Si yo he pasado miedo, no quiero imaginar lo que debieron de pasar ustedes aquel día», añadía sin nombrar el terrible atentado de 2004 pero sin poder quitarse de la mente esas imágenes.

Un taxista que se encontraba por la zona ha asegurado que el desalojo policial de la estación fue «ejemplar», ya que en apenas cinco minutos la Policía había conseguido sacar a todas las personas de allí. «Aunque siempre se te mete el miedo en el cuerpo, la gente suele reaccionar bien. Desgraciadamente, los madrileños ya hemos vivido más sustos de este tipo y perder los nervios no sirve de nada», comentaba Julián. A esta hora el tráfico ha sido restablecido en la zona, el Metro funciona con normalidad y la estación ha sido abierta.

Tras el caos, regresó la calma en el andén. No así en los mostradores del servicio de atención al cliente de Renfe. Numerosos viajeros hacen cola en Atocha requiriendo información sobre los trenes que no han salido por el desalojo de la estación.

Daniel García, que se dirigía a Valencia en un tren que tenía prevista su salida a las 10.40 horas, ha señalado que ni siquiera le han dejado entrar en la estación. Uno de los supervisores, a los que se les informó del desalojo por los centros de gestión operativos, ha explicado que ahora hay que coordinar la salida de todos los trenes que no han podido hacerlo y que esto llevará tiempo.

Con la resaca del incidente de la sede del PP en la calle Génova y el 11-M en el recuerdo de los madrileños, este nuevo suceso suma otro capítulo de la crónica negra de Madrid. No obstante, el hombre detenido en Atocha tras provocar la alarma al amenazar con suicidarse con explosivos en un tren no tiene vinculación con redes islamistas o radicales, según ha anunciado en rueda de prensa el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El arrestado, que se encuentra en tratamiento psiquiátrico , estuvo ingresado el pasado mes de diciembre en el hospital Gregorio Marañón para recibir tratamiento y tiene un antecedente reciente por amenazas y violencia de género, con orden de alejamiento.