Los protagonistas del anuncio de la Navidad:«Nos emocionamos con el guión»

El experto en publicidad Miguel Roig encuadra este tipo de anuncio en aquellos donde el producto promocionado pasa a un segundo plano: «Son historias de la gente y no de la marca», señala. Seguramente esta es la clave de su éxito porque incluso estos dos actores se emocionaron cuando leyeron el guión. «Y rodando también», apostilla Valcárcel, a quien interrumpe Alfonso, divertido: «Mira que soy macho alfa pero a mí también me pasó».

Ninguno de los dos necesitaba una excusa o una ficción para confiar en este país, al que consideran solidario: «Los españoles somos mucho más generosos de lo que se puede pensar a primera vista. Solo hay que fijarse en la Organización Nacional de Trasplantes, el chapapote que recogieron miles de personas cuando ocurrió lo del Prestige o que somos la primera potencia en misioneros y voluntarios en oenegés».

La sinceridad que transmiten en el spot parece que la llevan también a su día a día porque si bien Alfonso no sabe si se comportaría igual que Antonio en el anuncio, el propio intérprete de este camarero reconoce que su comportamiento «no sería igual de bueno que el de mi personaje».

El anuncio les ha cambiado la vida pero parecen conscientes de que su popularidad se diluirá en los días posteriores a este lunes de suerte y tradición. Además, esta repercusión no ha significado (de momento) que les hayan ofrecido más trabajo: «A Julián le ha salido un pregón de Navidad pero a mí nada», explica Alfonso, que lleva décadas dedicándose a la interpretación. «Espero que a partir de ahora me den algo más que yonkys y mendigos, que son los papeles en los que más me he especializado», afirma entre risas.

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