Detenidos en Móstoles por estafar con el método de los «billetes tintados»

Los hechos sucedieron el pasado día 3 de abril, cuando agentes de la Comisaría de Móstoles observaron a cuatro individuos en un parque de la localidad, que introducían una maleta y otros efectos en el interior de un vehículo y que al paso de los agentes mostraron actitud nerviosa y esquiva. Se dirigieron hacia ellos con el objeto de identificarles y realizar un registro en el turismo.

Dos de ellos mostraron a los agentes documentaciones falsificadas. Tras el registro en el vehículo localizaron una maleta de grandes dimensiones que contenía una caja fuerte y ésta a su vez un total de 18 tacos de recortes de papel simulando ser billetes de curso legal de 50, 100, 200 y 500 euros. Además tenían un frasco de plástico conteniendo un líquido amarillento, algodones y otros efectos.

Los paquetes referenciados, en su parte inferior y superior contenían una cartulina en cuyo anverso figuraba la fotocopia de una cara de billetes de 50, 100, 200 y 500 euros, según el paquete. Su reverso estaba en blanco y era la parte que no se veían por estar en contacto con el resto de los papeles que simulaban ser billetes. Dichos paquetes estaban prensados y envueltos en plástico. Todos los efectos intervenidos son empleados para la perpetración de la estafa conocida como «wash-wash» o «billetes tintados». Las víctimas de este timo generalmente regentan algún negocio y tiene para disponer en un corto espacio de tiempo de cantidades muy importantes de dinero. Todos los arrestados cuentan con antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y fueron puestos a disposición judicial.

Los delincuentes realizan el timo de la siguiente manera: el billete que entregan a la víctima como cebo es un billete auténtico, por eso tienen la seguridad que pasará los filtros correspondientes en el banco. En la prueba-demostración utilizan cartulinas negras, que en realidad son dos billetes auténticos tintados totalmente de negro. El proceso químico es el simple lavado de los dos billetes cubiertos de tinta, con cualquier líquido disolvente suave. En la operación final, cuando la víctima ha aportado la máxima cantidad de dinero posible, realizan un cambio del mismo por un conjunto de cartulinas de papel de dimensiones idénticas a la de los billetes.

Después sobre el conjunto realizan la simulación de verter los líquidos reactivos, invitando a la víctima para que realice, bien en su domicilio, bien en la oficina, llevándose lo que piensa que es el dinero por él aportado más el correspondiente a la ganancia obtenida, cuando en realidad lo que se lleva son cartulinas negras. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría de Móstoles, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.