«Trullo», el perro que quiso ingresar en prisión

Con cariño y generosis dosis de comida, el agente se ganó la confianza del perro y contactó con la asociación para que se hiciera cargo de él. «Estamos muy felices de haber podido darle a «Trullo» la libertad, con la certeza de que no será condicional», ha señalado Nacho Paunero, presidente de la protectora que precisamente en 2013 lanzó una campaña de concienciación en la que se podía ver a un perro en el interior de una celda.

«El abandono es una cárcel», rezaba el lema de la iniciativa. Para los animales que lo sufren «es una condena que en muchas ocasiones termina siendo de muerte», recalca Paunero.

«Por lo que vemos, parece muy complicado concienciar a los que abandonan animales para que dejen de hacerlo, así que lo único que podemos decirles es que vamos a seguir persiguiéndolos para que sean juzgados y condenados por los delitos que cometen», añade el presidente de El Refugio.

«Trullo» se encuentra hoy fuera de la cárcel de Estremera y también de la del abandono, y espera encontrar muy pronto una familia que lo adopte.