El profesor del Valdeluz: «Yo ya estoy crucificado, que dejen en paz a mi familia»
El portavoz de la familia del docente habla para ABC por primera vez y pide «respeto, el mismo que ellos tienen con las denunciantes»
m. j. Álvarez
«Yo ya estoy crucificado; ya hay un cadáver sobre la mesa; ahora, que dejen en paz a mi familia, que no la acosen». Este es el primer mensaje que ha transmitido el profesor del Valdeluz, Andrés D., imputado por siete presuntos abusos a menores, ... al portavoz de la familia.
Y el segundo:«Que los alumnos de la Academia de Música Siglo XXI acaben el curso». Esas son las preocupaciones que le ha expresado al representante de su familia que, una semana después de su ingreso en prisión, sigue en estado de «shock».
Ha decidido romper su silencio «por las mentiras que se están diciendo y porque ya le han condenado». Por ello, hablan a través de un portavoz, que no quiere desvelar su identidad. Este explica que a Andrés le gustan las mujeres mayores, como la suya, de 71 años, con la que se casó hace tres décadas y con la crió a los tres hijos que ella aportó. «Ha sido un buen marido, padre, abuelo y maestro. Y ahora están sumidos en una pesadilla y los suyos se tienen que esconder para no ser criminalizados».
«Voy a denunciar a tu marido»
Relata que la vida de la pareja es la música y la docencia. «Ella dirige la academia —ahora está de baja— ya que es catedrática de Pedagogía Musicial y él, tras acabar las clases en el Valdeluz, iba allí siempre. En los 17 años que lleva abierto ese centro nunca ha habido ni una queja hasta diciembre», indica.
«Voy a denunciar a tu marido por abusar de mi hija», relata que le contó a su mujer la madre de la joven que en 2007 expuso a la directiva del colegio ese asunto. «No saben por qué se lo contó a ella (la más débil) y menos aún después de tanto tiempo. Andrés dijo que él no iba a hacer nada, que ya actuaría si le denunciaban», agrega el portavoz. «Creen que estaba todo orquestado porque las primeras denunciantes son del mismo grupo y después se unieron las demás».
«¡Ojalá sea culpable, porque sufrir el calvario que están padeciendo será irreparable!»Sea como fuera, este hecho fue dramático para la pareja que, aunque seguían dado clase, estaban destrozados. «Él es consciente de que ha perdido su vida; pero su familia no. Por eso, ojalá que sea culpable, porque sufrir el calvario que están padeciendo será irreparable. No habrá nada que lo pueda pagar». Con todo, agrega: «La familia respeta a las víctimas y pide el mismo respeto para ellos. Ni siquieran las odian. Solo quieren que se haga justicia, que ésta no se contamine y que, por supuesto, si ha hecho algo, que lo pague».
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