Una bola perdida, una niña llorando y otras 'sorpresas' inesperadas de la Lotería de Navidad

ABC hace un repaso histórico de las mejores anécdotas y de las 'sorpresas' inesperadas de la Lotería de Navidad.

Corría el año 1960, cuando un niño de San Ildefonso se equivocó al cantar el premio del número 45.632. El joven dijo 7 millones de pesetas, cuando en realidad eran 750.000. Por un error de un cero a la derecha se quedaron sin ser millonarios unos valencianos que portaban ese billete.

Aquel año no se cantó de forma correcta ni el Gordo ni el segundo premio. La primera niña cantó 125.000 pesetas para el número 56.320, cuando en realidad era el segundo premio con 120 millones de pesetas.

El error hizo suspender la extracción de bolas durante unos minutos. Apenas un tiempo después, otra niña no logró ver bien los números de la bola y cantó 25 millones para el 03.772, en lugar del premio gordo de 250 millones de pesetas.

«Joder, se me ha caído la bola en la planta», se escuchó decir a una niña de San Ildefonso. Al parecer, la bola se le fue de las manos y fue a parar en una de las plantas que están cerca de la mesa. En cambio, y para fortuna de la joven, la bola se encontró junto a una flor de Pascua.

Un error informático de la web de Loterías del Estado hizo que en 2012 se le atribuyeran varios premios, entre ellos el Gordo, a administraciones de Lotería de Teruel, Ávila, Burgos, Salamanca, Vitoria y Toledo.

La confusión fue tal que muchos se acercaron a los establecimientos para preguntar, con la respuesta tajante de los loteros: «No lo hemos dado».

En 2013, un tinerfeño que se encontraba en el Teatro Real fue uno de los agraciados con el segundo premio. El joven canario compró el boleto en una gasolinera y cuando se cantó el número, las niñas bajaron a las butacas para comprobar que era real. El canario salió escoltado por la seguridad por el gran revuelo que se formó.

Esta no fue la única vez que se dio un premio en directo. En 2006 se encontraba un joven que tenía dos décimos del segundo de los ochos quintos y a su lado la dueña que había vendido el segundo premio.

El público del Teatro Real aupó a una niña que se trabó al cantar el número 58.052. «No me sale», se escuchó decir. Poco después se puso a llorar. La joven bebió agua y con el ánimo del público pudo continuar con su trabajo.

En esa misma edición, otra niña también se atascó con la cuarta tabla, aunque entonó un «perdón» y una risa nerviosa y siguió con la extracción de números. Cabe señalar que esta misma cantó el Gordo de ese año.

[Recuerda que puedes comprobar el día de la Lotería si el número ha sido premiado]