Lotería de Navidad 2012: El Gordo llega por primera vez a Albacete
Se han vendido dos décimos, uno en Albacete y otro en Casas Ibáñez a un vecino de Fuentealbilla
mercedes martínez
Buscaba el número de la fecha de nacimiento de su hijo y lo hizo cuando apenas faltaban minutos para que la Administración de Loterías nº 1 de la carretera de Jorquera, en el municipio albaceteño de Casas Ibáñez, cerrara sus puertas.
José ... Antonio López, un constructor en paro natural y vecino de Fuentealbilla , muy cerca de Casas Ibáñez, decidió parar la tarde-noche del viernes en esta administración y probar suerte. Nunca antes le había tocado un premio tan extraordinario. «Iba buscando la fecha de nacimiento de mi hijo pero no lo tenían así que pedía que acabara en ocho». Así fue, José Antonio adquirió un décimo del 76.058, el número que pasadas las diez de la mañana resultaba agraciado con el Gordo del Sorteo Extraordinario de la Navidad.
La propietaria de la Administración de Loterías de Casas Ibáñez, Ana María González , confirmaba a la prensa que sólo había vendido un décimo con ese número, que había sido «por terminal electrónico», y que el agraciado era una persona de Fuentealbilla. No era la primera vez que este municipio de La Manchuela albaceteña repartía un premio importante. En 2003 había hecho lo propio con otro primer premio y años después con un quinto premio. Por ello, se mostraba «emocionada» al conocer que había vuelto a dar la suerte a un vecino de la zona. José Antonio estaba escuchando el sorteo cuando oyó que había salido ya el Gordo de Navidad, y que acababa en ocho, algo que le hizo comprobar inmediatamente su décimo.
Este trabajador de la construcción, todavía no había pensado ayer en qué gastará el dinero, aunque reconoció que le hacía mucha falta porque está sin trabajo y necesita «tapar agujeros».
En Albacete capital
El Gordo de Navidad también dejó otros 800.000 euros en Albacete. La Administración de Loterías de la calle Menéndez Pidal en Albacete capital, vendió dos décimos de este número por terminal electrónico. Su propietario, Juan Armero , confirmó que uno de los agraciados es un señor natural de Albacete que vive en Madrid. «Me ha llamado por teléfono diciéndome que le había tocado el gordo, a él y a su hermana» , admitió a ABC.
Armero estaba «contentísimo» con los premios obtenidos de números vendidos por el sistema informático, un sistema «que se impone y que tiene grandes ventajas porque permite tener más números a la venta que el sistema tradicional», explicaba.
Un quinto premio
A las 11.05 de la mañana, los niños del Colegio San Ildefonso cantaban el segundo de los quintos premios del Sorteo, el correspondiente al número 22.343. Una parte de este premio había sido vendido en Albacete, concretamente en la Administración de Loterías del Polígono Industrial de Campollano, donde su propietaria, Juana Sánchez , se mostraba «muy contenta» por haber vendido parte del 22.343 porque, aseguró, «nos hacía falta a los trabajadores del polígono».
Al estar la administración ubicada en pleno parque industrial, donde durante el fin de semana muchas fábricas permanecen cerradas, pocas personas se habían acercado ayer hasta el establecimiento que regenta Juana para informar de que habían resultado agraciadas. «Será el lunes cuando tengamos conocimiento de cuántas más personas han sido agraciadas porque al estar localizados en un polígono hoy (por ayer) hay poco movimiento». Para Juana era la primera vez que repartía un premio de este tipo, aunque había tenido la suerte de repartir felicidad entre sus clientes con el Euromillón.
Una parte del tercer premio del sorteo de Navidad, el número 64.084 dotado con 50.000 euros cada décimo, llegó a Alcalá del Júcar de rebote , al haberse vendido por el sistema de terminal electrónico. El décimo agraciado se vendió en la única papelería de este municipio albaceteño, de unos 1.200 habitantes y a tan sólo diez minutos de Casas Ibáñez, donde ha caído el Gordo.
Mari Carmen Valiente es la encargada de llevar el establecimiento, donde desde hace dos años se vende Lotería Nacional. Su hija, Maribel García , comentaba que sentía «mucha emoción». Explicó a los medios de comunicación que se lo dijo su padre y pensaba «que me gastaba una broma». Los décimos vendidos en este establecimiento papelero habían sido vendidos también a través del terminal, un sistema informático que se impone a la hora de vender lotería porque facilita el acceso a más números.
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