Bankia, una junta de alto voltaje con desnudo incluido

Con el 72 por ciento del capital representado, un total de 1.315 accionistas han hecho acto de presencia y otros 5.285 lo han hecho por representación. La sala principal, donde daba cuenta de la gestión el consejo presidido por José Ignacio Goirigolzarri, se ha quedado pequeña. Bankia ha habilitado otras tres salas, pero un grupo de varios centenares de accionista han tomado el vestíbulo al grito de «ladrones» porque querían acceder al habitáculo principal.

El pasado año ya se vivieron escenas de tensión , pero en este caso se han multiplicado por la masiva asistencia de los «accionistas forzosos» . Un término acuñado en el Palacio de Congresos de Valencia para definir a los afectados por los productos hídridos (participaciones preferentes y obligaciones subordinadas) a los que se les ha canejado su inversión por títulos de la entidad.

Goirigolzarri ha animado a todos ellos ha recurrir al arbitraje habilitado por Bankia. Cerca de 145.000 ya lo han hecho y 179 ya han recuperado el dinero . El banco, que ha descartado tener que recurrir a nuevas inyecciones de capital, ha anunciado en la junta que amplía al 15 de julio el plazo para solicitar arbitraje.

Una solución que no ha contentado a los accionistas minoritarios. Un total de 130, a razón de tres minutos por persona , han pedido la palabra. Ha sido el momento de tragar saliva para un Goirigolzarri al que ya habían abucheado durante su intervención inicial. Ha sido el momento en el que algunos accionistas han impugnado la junta y en el que la mayoría ha expuesto sus dramas humanos.

Una accionista ha denunciado que su madre , fallecida en 2011, ha recibido este año una carta en la que le informa de que ha pasado a formar parte de los accionistas de Bankia. Un antiguo trabajador lamenta el trato que se le está dispensando a los empleados de Bankia que, a su jucio, «nos limitamos a cumplir un mandato comercial para vender las preferentes y también somos víctimas» . Una accionista de avanzada edad ha mostrado su «pena» porque «después de lo que nos ha costado ganar el dinero tras una vida trabajando ahora lo hemos perdido todo». Otro optó directamente por desnudarse . Es un invidente que ha denunciado la «estafa» a la que le ha sometido la entidad financiera.

El secretario, impasible, les recordaba a todos que su tiempo había finalizado para no eternizar una junta en la que también ha habido un recuerdo para Rodrigo Rato, a quien no se le ha aprobado su gestión entre el 1 de enero de 2012 y el 25 de mayo del mismo año, en el que dejó la presidencia del banco.