La frustrada «agenda de Estado» del viaje de Paulino Rivero a Marruecos

Las reuniones de Rivero aparecían en la lista de actividades que se había dado a conocer, con carácter de borrador, entre los numerosos integrantes de la comitiva canaria, en la que se incluían representantes empresariales, así como dos consejeros regionales.

En el caso de estos últimos, Domingo Berriel, responsable de Obras Públicas y Transportes, se reuniría con el ministro marroquí de Equipamiento, Transportes y Logística, encuentro en el que se tratarían asuntos como el Transmaca II , programa dedicado a potenciar la conectividad entre las Islas y el sur de Marruecos, financiado en un 75 por ciento con fondos europeos.

Con el ministro de Urbanismo y Ordenación del Territorio, Berriel mostraría las virtudes de las empresas públicas regionales Grafcan y Gesplan —ambas obligadas a someterse un plan de viabilidad—, así como aprovecharía la oportunidad para presentar a empresas de arquitectura «que estén realizando trabajos» en aquel país, según reza el programa.

Por su parte, la consejera de Empleo e Industria, la socialista Francisca Luengo — con asiento fijo en la agenda exterior de Rivero—, se reuniría con el ministro de Hábitat y Política de Ciudad, con el de Industria y Comercio, y con el de Turismo, cónclaves en los que se tratarían asuntos vinculados al programa Adecot , de cooperación transfronteriza atlántica, también financiado con fondos europeos.

Luengo tenía prevista también una reunión con la ministra encargada de Agua y la Agencia de Meteorología, con la que se abordaría el programa Climatique , un observatorio sobre cambio climático que se propone impulsar las regiones de Canarias y Souss Massa Drâa «hacia formas más sostenibles de desarrollo», así como generar el «debate y la participación social que deben impregnar este proceso». Climatique también se financia desde Europa, con dinero Feder .

Una de las características que más llamó la atención de quienes recibieron el programa de actividades fue que era un «borrador» en toda regla, pese a lo inminente de la fecha de viaje, ya que ninguna de las numerosas reuniones previstas tenía hora fijada y al lado de cada una de ellas aparecía, como reserva de agenda solo «00.00h.», es decir, sin confirmación todavía.