El yerno de Trump lleva años reuniéndose con el príncipe de Arabia Saudí para tratar cuestiones diplomáticas

Esta fuente no especificó cuándo ocurrieron esas charlas ni si tuvieron lugar antes o después del inicio del conflicto en Gaza. Sin embargo, sí incluyeron discusiones sobre el proceso de normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, un objetivo diplomático clave tanto para las administraciones de Biden como de Trump.

Kushner, de 43 años, tiene una estrecha relación con Arabia Saudí, hasta el punto de que, según investigadores del Congreso, han invertido 2.000 millones de dólares en su fondo de capital privado, Affinity Partners, que Kushner fundó después de dejar la Casa Blanca.

La noticia de que Kushner y el líder de facto de Arabia Saudí han hablado sobre un acuerdo de paz que el presidente de EE.UU. Joe Biden también ha intentado negociar, ilustra la importancia que tanto republicanos como demócratas le dan a la cada vez más inestable región de Oriente Medio en medio de un proceso electoral presidencial muy reñido.

Estas conversaciones también indican cómo Trump podría manejar la crisis en la región si los votantes lo devuelven al poder, y reavivan las preguntas sobre si los vínculos financieros de Kushner con Riad podrían influir en la política estadounidense bajo el mandato de su suegro.

Las inversiones de Arabia Saudí en el fondo de Kushner han sido criticadas por expertos en ética, demócratas en el Congreso e incluso algunos republicanos, quienes han expresado su preocupación de que la participación saudita pueda parecer un soborno, dado que Kushner trabajó en asuntos saudíes antes de dejar la Casa Blanca de Trump.

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En una carta del 24 de septiembre dirigida a Affinity, el senador demócrata Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado, escribió que las inversiones de Arabia Saudita en el fondo de Kushner plantean «obvias preocupaciones de conflicto de interés».

Affinity y Kushner han negado que las inversiones de Arabia Saudita sean un soborno o un conflicto de interés. Affinity afirmó que Wyden y su equipo del Senado no entienden las realidades del capital privado. «La razón por la que tantas personas recurren a Jared para pedirle sus ideas y opiniones es porque ha tenido tantos éxitos», dijo un portavoz de Kushner.

La fuente cercana a Kushner se negó a proporcionar más detalles sobre las conversaciones con el príncipe heredero, también conocido como 'MbS', diciendo que no quería violar la amistad entre ambos. «No sería apropiado que lo compartiera», dijo la fuente.

Un portavoz de la embajada saudí en Washington no respondió a preguntas sobre las conversaciones de Kushner con MbS.

En un discurso del 18 de septiembre, MbS dijo que el reino no reconocerá a Israel sin la creación de un estado palestino, lo que sugiere que un acuerdo podría ser casi imposible en el futuro cercano. Eso marca un cambio desde febrero, cuando tres fuentes dijeron a Reuters que Arabia Saudí estaba dispuesta a aceptar un compromiso político de Israel para crear un estado palestino, en lugar de algo más vinculante, en un intento por obtener la aprobación de un pacto de defensa con Washington antes de las elecciones presidenciales de EE.UU.

Para alentar a Arabia Saudí a reconocer a Israel, la administración Biden ha ofrecido a Riad garantías de seguridad, asistencia con un programa nuclear civil y un renovado impulso para un estado palestino. El acuerdo podría remodelar Oriente Medio al unir a dos enemigos históricos y vincular al mayor exportador de petróleo del mundo con Washington en un momento en que China está ganando terreno en la región.

Sin embargo, el conflicto en Gaza ha puesto en duda las conversaciones. La guerra y la crisis humanitaria han fortalecido el apoyo árabe y musulmán a los palestinos en su conflicto de décadas con Israel por la tierra y la soberanía, lo que dificulta que Riad discuta el reconocimiento de Israel sin abordar las aspiraciones palestinas.

Las elecciones en EE.UU. también son un factor, ya que Trump, republicano, compite con la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en una carrera históricamente reñida por la Casa Blanca.

La relación de Arabia Saudí con Trump fue notablemente cercana. El primer viaje al extranjero de Trump como presidente en 2017 fue a Riad, acompañado por Kushner. Después del asesinato del periodista opositor saudita Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul, Trump respaldó al príncipe heredero a pesar de una evaluación de la inteligencia estadounidense que indicaba que había autorizado el asesinato. MbS negó su participación.

Dos fuentes familiarizadas con la estrategia saudita dijeron que si Trump regresa a la Casa Blanca, el príncipe heredero daría la bienvenida a la posibilidad de hacer un acuerdo con Israel bajo su liderazgo. Si Harris ganara, el acuerdo seguiría adelante, dijeron las fuentes. De cualquier manera, las fuentes lo ven como una victoria para MbS, incluso si requiere unos meses más de paciencia.

El 27 de septiembre, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se refirió a la perspectiva de un acuerdo en términos positivos. «Qué bendición traería tal paz con Arabia Saudí», dijo en un discurso ante la Asamblea General de la ONU.

La normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita marcaría una expansión de los 'Acuerdos de Abraham' sellados cuando Trump estaba en el cargo. Estos acuerdos llevaron a la normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán. Kushner, cercano a Israel, lideró las negociaciones como asesor principal en la Casa Blanca de Trump.

Tres fuentes cercanas a Kushner dijeron que si Trump gana las elecciones presidenciales de noviembre, esperan que Kushner participe en las conversaciones sauditas, aunque de manera no oficial. Un portavoz de Kushner negó que esté buscando dicho rol.

Si Kushner participara en conversaciones diplomáticas como ciudadano privado en un segundo mandato de Trump, podría plantear un conflicto de interés significativo, dicen expertos en ética, poniendo a Kushner en la extraordinaria posición de negociar a nivel gubernamental con uno de sus principales inversores financieros.

Aunque Kushner y su esposa, Ivanka Trump, se han mantenido mayormente alejados de los eventos de campaña de Trump, estuvieron presentes en la Convención Nacional Republicana en julio, sentados y aplaudiendo en el palco familiar detrás de Trump.