El veredicto contra Trump iguala todavía más la carrera por la presidencia de EE.UU.

Eso es lo que muestran los diferentes sondeos que se han elaborado desde que el jurado de doce ciudadanos neoyorquinos entregó un veredicto de culpabilidad contra el expresidente de EE.UU. en los 34 cargos que enfrentaba por falsificación de documentos financieros en primer grado, relacionados con los pagos para silenciar poco antes de las elecciones de 2016 un romance mantenido una década antes con una actriz porno, Stormy Daniels.

Un análisis de 'FiveThirtyEight', una plataforma especializada en análisis electoral, de las cuatro primeras encuestas a nivel nacional publicadas desde el veredicto, muestra ese pequeño impulso para Biden. Una de ellas, la de HarrisX/Forbes, apunta a que no hay cambios. Otra, la de Morning Consult, pasa de dar dos puntos de ventaja a Trump a un punto. Y las otras dos restantes -Ipsos/Reuters y Echelon Insights- pasan de dar empate técnico a dos puntos de ventaja para Biden. El acumulado de esas cuatro encuestas apuntaba a una ventaja de un punto para el candidato republicano antes del veredicto, y a un empate técnico con Biden tras conocerse la decisión.

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Otro estudio de opinión significativo es el de 'The New York Times'/Siena, que ha preguntado al mismo grupo de encuestados a nivel nacional sobre su preferencia para la elección antes y después del veredicto: la diferencia pasó de una ventaja de tres puntos para Trump a una ventaja de uno solo.

Es un impacto limitado, pero que podría ser decisivo en función de cómo se produzca en la media docena de estados que deciden las elecciones. En esos territorios todavía no hay datos demoscópicos que ofrezcan pistas sobre el efecto del veredicto, pero si la variación nacional se traslada a ellos podría ser muy importante.

Biden va por detrás de Trump por un margen inferior al 2% en tres de esos estados clave: Míchigan, Wisconsin y Pensilvania. El actual presidente de EE.UU. podría permitirse perder los otros tres estados decisivos -Nevada, Arizona y Georgia- y mantener el resto de sus victorias en 2020 para conservar la Casa Blanca.

La conclusión es que, como ha demostrado en toda su carrera política, Trump desarrolla una resistencia inusitada a los escándalos que en otras circunstancias habrían descarrilado a cualquier candidato. Las imputaciones penales que recibió el año pasado le dispararon en las primarias republicanas. En el caso de su veredicto, ha conseguido domar un efecto que podría haber sido mucho peor. En una encuesta de abril de YouGov, el 58% de los republicanos decía que alguien declarado culpable por delitos no debería acceder al cargo de presidente. Tras el veredicto, ese porcentaje cayó al 23%. Y la semana pasada ya estaba en el 14%.

En ello puede tener que ver que la causa en Nueva York era la de menos entidad que afectaba a Trump y la que, además, se jugaba en un territorio contrario al expresidente y con un armazón legal cuestionado por expertos.

Pero ese escudo no evita todo el impacto, como han mostrado las encuestas: el 10% de los republicanos y el 25% de los independientes reconocen que tienen «menos posibilidades» de votar a Trump tras el veredicto. Y habrá que ver cómo resiste próximos embates: por ejemplo, la fijación de la sentencia del expresidente, prevista para el próximo 11 de julio. Trump participó el lunes de forma virtual en una vista preparatoria con las autoridades penitenciarias neoyorquinas para esa fijación de pena, que corresponde al juez y que podría ir desde una condena de libertad condicional hasta una sentencia de hasta cuatro años de cárcel.

Una de las buenas noticias para Biden es que las encuestas muestran que las turbulencias judiciales de su rival han activado a parte de su electorado que parecía desconectado de la campaña, como los votantes jóvenes y de minorías raciales. Un sondeo de CBS asegura que más de la mitad de los votantes que apoyan a Biden lo hacen para oponerse a Trump.