Venezuela y Guyana se enfrentan cara a cara por la disputa del Esequibo

Hace diez días la tensión entre los dos países del norte de Sudamérica escaló por los ejercicios militares del comando Sur de los Estados Unidos con Guyana y la creación de una base militar venezolana en la frontera sumados al referendo sobre el Esequibo que impulsó Maduro para anexarse su territorio de 159.000 kilómetros cuadrados, que lleva más de cien años en reclamación.

El canciller venezolano Yván Gil considera que en la reunión con Guyana se buscará «bajarle dos» a la tensión creada. También coincidió en que ya es un «éxito» el hecho de que su vecino haya aceptado reunirse y espera que en el encuentro se puedan aproximar a una distensión de las acciones.

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El Gobierno de Guyana ha ratificado que la reunión de Saint Vincent no es para negociar ni un centímetro del territorio ni para establecer acuerdos para la explotación conjunta del mismo.

Guyana ha seguido una línea de ofensiva en los organismos multilaterales. Primero, al haber presentado su demanda del diferendo ante la Corte Internacional de justicia (CIJ) y no seguir el Acuerdo de Ginebra, que obliga a las partes a buscar una solución de manera pacífica y beneficiosa para todos en momentos en que se debilita la posición de Maduro en el contexto nacional e internacional.

Los guyaneses han logrado poner a la comunidad caribeña de 16 miembros del Caricom a su lado y ahora pretenden que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) condene las acciones que está llevando a cabo el régimen de Machado para anexarse dos tercios del territorio Esequibo.

En lo interno, Maduro reaviva el tema de la reclamación del Esequibo justo después de que María Corina Machado ganara el 22 de octubre las primarias con el 92% de los votos de unos 2,5 millones de electores.

Para opacar ese éxito incontestable de la candidata presidencial de la oposición, Maduro lanza la bandera patriotera y nacionalista del Esequibo, ocultando su fracaso tras 10 años de gestión con un éxodo de casi 8 millones de venezolanos. Y, para complicarle más la vida a la candidata opositora, ordena el arresto de cuatro de sus colaboradores como el presidente de Súmate y a tres miembros de su equipo de comando.

Los ataques a la candidata de la oposición y a su equipo, con la excusa del Esequibo, podrían alejar a Maduro de la ruta electora, nos dice María Corina Machado, en el sentido de que buscaría un pretexto para crear una conmoción nacional con el objetivo de suspender las elecciones presidenciales del 2024.

Pero además, en el plano internacional, la reclamación del Esequibo más de dos décadas después parece un «chiste», dice a ABC el exembajador Sadio Garavini, el último diplomático que representó (1980-1984) a Venezuela ante Guyana.

«Hemos hecho el ridículo con las acciones de Maduro», explica Garavini a 'Clarín', al mencionar los seis decretos del mandatario, como el de crear la sede del estado «Guyana Esequiba» en Tumeremo, estado Bolivar, y cedular a los 150.000 esequibanos, que en su opinión «no irán a Tumeremo a nacionalizarse venezolanos», en un país con la inflación más alta del mundo y la inseguridad del narcotráfico y la delincuencia.

Maduro ha amenazado a la Exxon Mobil Corp y a otras multinacionales que están operando en la zona de reclamación que se retiraran en un plazo de tres meses. Sin embargo, el Gobierno de Guyana no ha acatado las amenazas del venezolano y más bien sostiene que los productores de petróleo siguen adelante en sus operaciones.

El Gobierno venezolano ha anunciado que tiene en «marcha» su plan de licencias petroleras en el Esequibo, pero no ha especificado cuáles son las empresas y en qué yacimientos petrolíferos dará las concesiones.

El canciller Gil dijo que Venezuela «está dispuesta a buscar fórmulas para el desarrollo compartido» con países del Caribe en materia energética, sin explicar si está abierta a explotar, en conjunto con Guyana, los 159.000 kilómetros cuadrados en disputa.

Las grandes petroleras norteamericanas están pescando en río revuelto en la disputa del Esequibo. Más allá del lado ideológico de Maduro de que acusa a la Exxon Mobil de ser el títere de EE.UU. y acusar a los opositores venezolanos de estar supuestamente financiados por esa empresa, la Exxon tiene el 45% de sus acciones en la concesión de Starbroek en las áreas marinas de Guyana y el Esequibo. El 25% lo tiene la COOC china y el 30% de las acciones lo tiene la Chevron, que es la principal que opera en Venezuela. Y todas siguen operando a pesar de la controversia.