Ucrania se prepara para la ofensiva de primavera

A la espera de los ansiados tanques Leopard, el frente miró una jornada más a Bajmut donde se produjeron los choques más violentos. Yevgeny Prigozhin, fundador del grupo de mercenarios Wagner, aseguró que «el Ejército ucraniano está enviando reservas adicionales a Artyomovsk y tratando de mantener la ciudad con todas sus fuerzas», según un breve mensaje de audio publicado por su servicio de prensa. Prigozhin indicó que «decenas de miles de combatientes del ejército ucraniano están oponiendo una furiosa resistencia. La sangre de las batallas crece día a día». El combate por esta ciudad, que antes de la guerra tenía 70.000 habitantes, estalló en verano y en los últimos días Rusia, con el cuerpo de élite de Wagner a la cabeza, ha logrado avances en su intento de rodear a las tropas de Kiev.

A menos de 100 kilómetros de Bajmut, los pensionistas de Izium hacen horas de cola frente a los únicos dos bancos abiertos para tratar de cobrar su paga en esta ciudad liberada de manos rusas en septiembre y que fue duramente castigada por los combates. «Algunos llevan aquí más de ocho horas de espera bajo este frío porque es la primera vez que nos pagan desde julio», explica Vasili Volkov, de 68 años, uno de los afortunados que ha logrado retirar las 2.000 grivnas (unos 50 euros al cambio) que le corresponden. La imagen se repite a lo largo de toda la línea del frente, son sobre todo ancianos los que resisten en los lugares más castigados ya que no tienen medios para poder rehacer sus vidas en zonas más seguras. Los alquileres en ciudades como Kiev no bajan de las 7.000 grivnas (175 euros al cambio). La fila de jubilados es interminable, pero en los bancos de Izium apenas hay dinero en metálico y la mayoría tendrá que seguir probando en los próximos días.

A las autoridades se les multiplican los frentes en un momento en el que el plano militar es la prioridad. Pasado el 24 de febrero, día del inicio de la invasión, cada jornada está marcada por los primeros aniversarios de diferentes ataques y Volodímir Zelenski se trasladó al memorial del holocausto de Babi Yar, ubicado en Kiev, que fue objetivo de Rusia durante los primeros compases de la guerra. «Décadas después de la tragedia de Babi Yar, esta tierra y este recuerdo fueron objeto de nuevos abusos. Los terroristas dispararon misiles. El 1 de marzo de 2022 se cometió este crimen ruso: contra la historia, contra la Humanidad, contra Kiev y Ucrania», denunció el líder judío.

Otro de los puntos clave en la mesa de Zelenski es el acuerdo con Rusia para la exportación de grano, que expira a finales de mes. En julio, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, estamparon sus firmas en un documento bajo la atenta mirada del secretario de la ONU, António Guterres, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por el que se desbloqueó la exportación de grano ucraniano y de fertilizantes rusos a través del mar Negro.

Pasados los primeros seis meses se acordó una prórroga y ahora llega de nuevo el momento de decidir si se extiende o no este pacto tan importante para un país que era el quinto mayor exportador de cereales del mundo antes del inicio de la guerra. «Continuar con el acuerdo solo es posible si se tienen en cuenta los intereses de los productores agrícolas y de fertilizantes rusos en términos de acceso sin obstáculos a los mercados mundiales», recordaron desde el Ministerio de Asuntos Exteriores en Moscú.