Ucrania insiste en alguna «fórmula» de adhesión a la OTAN

Ciertamente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha venido presionando a los jefes de Estado o de Gobierno de la OTAN para que incluyan en su agenda la perspectiva de una Ucrania dentro de la Alianza Atlántica que, en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, explicita que un ataque contra un país miembro es una declaración de guerra contra toda la Alianza. Por eso, Zelenski también es consciente de que la adhesión de Ucrania a la OTAN es muy difícil mientras haya guerra, pues significaría la entrada en la guerra de los 31 países aliados (Suecia aún está pendiente de que Turquía levante su veto a la adhesión).

«Espero que nos den una señal y una fórmula claras y comprensibles para que, obviamente, nos convirtamos en miembros de la OTAN», insistió Reznikov, citado por el centro de prensa militar de Ucrania.

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Los aliados de Kiev están divididos sobre la rapidez con que Ucrania debería ser admitida en esta alianza de defensa y seguridad fundada en 1949 y que, paradójicamente, se ha visto fortalecida tras la invasión rusa de Ucrania: Finlandia se convirtió en 31º aliado; Suecia está a las puertas; los aliados han anunciado fuertes inversiones en defensa; y los países aliados preparan un despliegue sin precedentes en cada uno de los países limítrofes con Rusia o Bielorrusia por el cual establecerían brigadas multinacionales (actualmente son de nivel batallón) con unos 3.000-3.500 militares en cada país, además de carros de combate y aviones de combate como parte de las misiones de Policía Aérea de la OTAN.

Por otra parte, el jefe del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, volvió a arremeter ayer contra el Gobierno ruso en otra subida de tono que, públicamente, le sitúa como una de las voces más críticas con la actual estrategia del Kremlin en la guerra de Ucrania.

Prigozhin desmintió que la razón de la invasión hubiera sido la defensa de las poblaciones de origen ruso que residían en la región de Donbass, sino más bien por el interés de la oligarquía y las élites rusas de colocar a los suyos y hacer de Ucrania un Estado títere, informa Europa Press.

«Ucrania no ha estado bombardeando Donbass durante estos ocho años», afirmó el jefe de los mercenarios, quien aseguró que los ataques de las fuerzas ucranianas se limitaron a las zonas ocupadas por las autoridades prorrusas.

«El Ministerio de Defensa está tratando de engañar a la gente, tratando de engañar al presidente y contar la historia de que hubo una agresión de Ucrania, y de que iban a atacarnos junto a la OTAN, pero la llamada operación especial del 24 de febrero se inició por razones completamente diferentes», subrayó.

En ese sentido Prigozhin señaló que «la guerra era necesaria para que un puñado de personas» lograran promocionarse, para que el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, «recibiera una condecoración de mariscal», y para «instalar» al diputado prorruso Viktor Medvedchuk como presidente de Ucrania.

En una entrevista para su canal de Telegram, Prigozhin aseveró que la guerra se podría haber evitado y que hasta donde él sabe, Zelenski «estaba listo para cualquier acuerdo. Todo lo que tenían que hacer era salir del Olimpo y negociar».

«Nuestra guerra santa con los que atacan al pueblo ruso, con los que intentan humillarlo, se ha convertido en un tinglado o, mejor dicho, en un chantaje elevado al rango de ley», dijo Prigozhin, quien asegura que las élites cercanas al presidente Putin han estado todos estos años saqueando Donbass.