Liz Truss hace borrón y cuenta nueva blindándose con un gabinete multicultural de aliados

Nombres como el de Priti Patel, ya ex ministra del Interior, Dominic Raab, que fue viceprimer ministro tras ser sustituido en la cartera de Exteriores por la propia Truss después de su criticada actuación durante la retirada de las tropas de Afganistán en el verano del 2021, o el de Grant Shapps, responsable de Transporte, coparon los titulares durante el mandato de Johnson. No obstante, han quedado fuera de juego y en su lugar Truss se ha blindado bajo la protección de su círculo más cercano. Precisamente, la prensa local y los analistas políticos en el Reino Unido se preguntaban sí la nueva premier apostaría por un grupo de consenso o si optaría por rodearse de sus partidarios.

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Al final ha sido lo segundo, y además con una peculiaridad: es un gabinete multicultural y con muchas mujeres que rompe con la tradición de poner a hombres blancos en la mayoría de las carteras, sobre todo en las más fuertes. Así, James Cleverly es ahora el primer ministro de Asuntos Exteriores mestizo, hijo de padre británico blanco y madre negra, de Sierra Leona; Kwasi Kwarteng, cuyos padres son de Ghana, es el primer ministro de finanzas negro del país; Suella Braverman, la fiscal general que se enfrentó a ella al principio de la contienda por el liderazgo y con orígenes en Kenia y las islas Mauricio, sustituirá a Patel, también de una minoría étnica, al frente de Interior. Su amiga Thérèse Coffey es el reemplazo del viceprimer ministro Dominic Raab y además será ministra de Sanidad; Jacob Rees-Mogg, el más excéntrico de los brexiteros, aliado fiel de Truss y secretario del Brexit durante la era de Boris Johnson, será ministro de Empresa y Energía, y Ben Wallace sobrevive como responsable de Defensa.

Para Sunder Katwala, del 'think tank' British Future, esta diversidad es ahora lo «normal» y es la propia política la que «ha marcado el ritmo», pero otras voces se preguntan por qué los laboristas, sobre el papel más progresistas que los tories, nunca han tenido una líder mujer ni de una minoría étnica. ¿Son más progresistas los conservadores? Al menos así lo apuntan algunos datos, como el hecho de que de esta formación salieron las tres primeras ministras británicas: Margaret Thatcher, Theresa May y ahora Truss.

Según escribió hace unas semanas el periodista y escritor Ed West, en The Spectator, «históricamente, la diversidad en el gobierno es menos común en las democracias que en los imperios, donde a menudo se encontraban minorías en la corte de Bizancio, la España árabe o la Turquía otomana». Y aunque «puede parecer curioso que sean» precisamente los conservadores «los que son tan diversos étnicamente», en la política británica el Brexit «hizo que la identidad reemplazara a la economía como el tema crucial, por lo que la brecha entre los votantes laboristas y conservadores en los temas de inmigración y diversidad ha aumentado significativamente». «Sin embargo, a pesar de esto, la derecha británica se ha vuelto en cierto modo más diversa que la izquierda».

Prueba de ello es el gabinete de Truss, que se reunirá por primera vez este miércoles por la mañana.