Donald Trump anuncia que ha sido imputado por quedarse con documentos clasificados

«La corrupta Administración Biden ha informado a mis abogados de que he sido imputado, al parecer, por el engaño de las cajas», dijo en referencia a las cajas de documentos que los investigadores de la fiscalía confiscaron en su mansión el verano pasado.

Trump hacía el anuncio en su cuenta de su propia red social, Truth Social, donde también acusó a su sucesor, Joe Biden, de haber retenido más documentos que él y donde declaró: «Soy un hombre inocente».

«Nunca creía posible que esto pudiera ocurrir a un expresidente de EE.UU.», añadió Trump, en una declaración similar a cuando fue imputado a comienzos de año. En esa ocasión fue los pagos para silenciar una relación extramatrimonial con una actriz porno, Stormy Daniels, en los días previos a la elección presidencial de 2016, la que le llevó a la Casa Blanca.

Trump ha detallado que tendrá que aparecer en un juzgado federal de Miami el próximo martes a las tres de la tarde (nueve de la noche en España).

El expresidente es objeto de una investigación liderada por un fiscal especial, Jack Smith, asignado para el caso por el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland.

La investigación arrancó el año pasado, después de que Trump se resistiera a las peticiones de los Archivos Nacionales, encargados con la recopilación de todos los documentos de la actividad presidencial, de que devolviera documentos y materiales que se creía que estaban en Mar-a-Lago. Después de negócianos e intercambios con la fiscalía, el FBI acabó por realizar un registro en la residencia de Florida a comienzos de agosto, donde se confiscaron 103 documentos, a pesar de que el equipo de Trump aseguró que habían entregado todos los materiales.

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Desde entonces, los investigadores también han recopilado evidencias sobre los esfuerzos de Trump para obstruir la labor de recuperación de documentos clasificados. Las autoridades obtuvieron testimonios de testigos y grabaciones de las cámaras de videovigilancia de Mar-a-Lago que podrían indicar que Trump o sus asistentes trataron de evitar la entrega de documentos.

Según fuentes cercana la causa consultadas por 'The New York Times', el expresidente podría recibir siete cargos, que estarían relacionados con la retención deliberada de documentos clasificados, falso testimonio y conspiración para la obstrucción a la acción de la Justicia.

Una de las abogadas de Trump, Alina Habba, aseguró en una entrevista en Fox News que la investigación contra el expresidente es «absolutamente una persecución, es algo propio de Rusia, tercermundista. No debería ocurrir».

La imputación que le espera en Miami será la primera con cargos federales para un expresidente de EE.UU. Trump ya fue el primer expresidente en recibir cargos penales el pasado abril, por el caso de Daniels, pero eran estatales, dentro de la jurisdicción de Nueva York. En aquella ocasión, el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, le impuso 34 delitos menores relacionados con falsificación de documentos financieros.

El juicio relacionado con esta causa neoyorquina no arrancará hasta marzo del año que viene, en plenas primarias republicanas. La importancia de la imputación a Trump no es solo por su condición histórica de expresidente, sino porque el multimillonario neoyorquino es la figura con más peso de uno de los dos grandes partidos de EE.UU. y el gran favorito para conseguir la nominación republicana para las presidenciales del año que viene.

La imputación en Nueva York provocó que Trump se disparara en las encuestas y que las arcas de su campaña se llenaran de donaciones. Es probable que eso vuelva a ocurrir con la nueva imputación, que coincide en un momento en el que el escenario de las primarias acaba por coger cuerpo. En las últimas semanas, los grandes aspirantes a hacerle frente han presentado sus candidaturas. Es el caso de Ron DeSantis, gobernador de Florida, o Mike Pence, que fue su vicepresidente.

Poco después de conocerse la imputación, la campaña de Trump enviaba un email a sus millones de seguidores en el que acusaba a la Administración Biden de «acto asqueroso de interferencia electoral por parte del partido en el poder para eliminar a la oposición y amasar un control total sobre el partido». Trump se comprometía a no rendirse «nunca» y pedía contribuciones en dólares a su campaña.

Biden, que ha tratado de mantenerse al margen de los problemas legales de Trump, no reaccionó de manera inmediata a la noticia de la imputación. El propio presidente de EE.UU. también es objeto de una investigación sobre retención de documentos relacionados con sus años de vicepresidente en la Casa Blanca de Barack Obama. De momento, no hay indicaciones de que esa investigación esté cerca de concluirse.