Afganistán acusa a Londres de introducir al falso talibán en las negociaciones de paz

El Servicio Secreto de Inteligencia británico pagó al hombre que se hizo pasar por el mulá Mansour creyendo que había conseguido un «histórico avance» por los contactos entre los talibanes y el Gobierno afgano

AFP

MIKEL AYESTARAN

Afganistán acusa a los servicios de inteligencia del Reino Unido, M16, de haber sido engañados y asegura que ellos son los culpables de que un falso mulá se colara en las conversaciones de paz entre el Gobierno de Kabul y el movimiento talibán.

Es el ... último capítulo del escándalo levantado por el diario estadounidense The New York Times a comienzos de semana al revelar que el supuesto número dos del mulá Omar, mulá Mansour, no era más que un “comerciante” de la ciudad de Quetta , capital del Baluchistán paquistaní.

Nuevas filtraciones de “altos funcionarios afganos”, unidas a las declaraciones del responsable del Palacio Presidencial, Mohammad Umer Daudzai, llevaron esta vez a las páginas de ' The Washington Post ' y de The Times la segunda parte de una historia que saca a la luz la dudosa cooperación entre las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Afganistán y sobre todo Pakistán , ya que en el fondo de la cuestión se acusa al vecino paquistaní de haber preparado el engaño.

"La lección que sacamos de esto es que los socios internacionales no deben entusiasmarse tan rápido con este tipo de conversaciones porque no saben manejarlo ", aseguró Daudzai , que insistió una vez más en que “las negociaciones tienen que ser realizadas por los afganos y sólo por ellos”.

Pese a la nueva estrategia de “afganización” del conflicto promovida en la reciente cumbre de la OTAN de Lisboa y la creación en Kabul de un Consejo de Paz con varios ex talibanes en sus filas, The Washington Post revela que el M16, servicio de inteligencia británico, actuó por cuenta propia y “pagó miles de dólares al impostor” pensando que se trataba del mulá Mansour, lugarteniente del líder talibán mulá Omar. Un engaño descubierto tras varios encuentros -uno de ellos en el mismísimo palacio presidencial con Hamid Karzai-, por un agente de seguridad afgano que conocía al verdadero número dos de la insurgencia.

La Embajada británica en Kabul no realizó declaraciones sobre el caso. Por parte de Estados Unidos, el antiguo representante en Kandahar, Bill Harris, calificó el error de “vergonzoso” pero matizó que "algo tan estúpido en general requiere un trabajo en equipo", sugiriendo que no toda la culpa era de su principal socio en la guerra.

Protestas por los resultados electorales

La historia del falso talibán empaña el proceso de diálogo respaldado por las autoridades de Kabul como última solución para alcanzar la reconciliación nacional en el país. La gran proyección internacional del mismo contrasta con la cobertura de los medios afganos, que están más centrados en la publicación de los resultados definitivos de las elecciones del pasado 18 de septiembre y en los escándalos de corrupción electoral descubiertos.

Hasta 24 candidatos ganadores perdieron su asiento tras comprobar la Comisión de Quejas que habían cometido fraude , una medida que les ha llevado a echarse a las calles para mostrar su disconformidad. El escándalo también ha alcanzado a la Comisión Electoral Independiente, ya que al menos dos de sus miembros han sido encarcelados en las últimas horas por su presunta implicación en la manipulación de los comicios.

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