Así es el sistema Arrow con el que Israel ha interceptado los misiles balísticos del ataque de Irán

Las fuentes israelíes calculan que habrían sido más de 300 los proyectiles lanzados en un primer momento: como mínimo, ha habido 170 drones, 30 mísiles crucero y 120 misiles balísticos. La ofensiva ha contado, además, con la colaboración directa de milicias proiraníes desde Irak o Yemen.

Tras conocerse el ataque, sobre las 23 horas, las sirenas que avisan de ataques empezaron a sonar en algunas poblaciones de Israel y el Ejército se activó para ver cómo podría paliar el ataque: los drones, en camino, iban a tardar un par de horas en llegar, por lo que los de Benjamin Netanyahu tuvieron margen para tejer su defensa. A primera hora del domingo, desde Israel se ha confirmado que durante la madrugada el 99% de los lanzamientos han podido ser interceptados fuera del espacio israelí.

Así, la gran mayoría de drones han sido ser abatidos por Israel con la ayuda de sus aliados y de momento solo se conocen «ligeros daños» en una instalación militar y una niña herida de gravedad por el impacto de la metralla. Efectivos de la aviación norteamericana, británica, francesa y jordana han podido destruir con los vehículos aéreos no tripulados antes de que llegasen a entrar en espacio aéreo israelí.

El jefe de portavoces del Ejército, el vicealmirante Daniel Hagari, ha detallado que los aviones no tripulados y misiles crucero han sido derribados por Fuerzas Aéreas, mientras que los misiles balísticos han sido interceptados por Arrow, la tecnología de largo alcance conocida también como Hetz-Arrow con el que Israel puede incluso llegar a interceptar los misiles que están fuera de la atmósfera terrestre.

El Ejército de Netanyahu tiene un sistema de defensa aéreo organizado con múltiples capas que se activan en función de las amenazas y de si son, por ejemplo, cohetes de corto alcance o misiles intercontinentales. El sistema Arrow, en concreto, cuenta con proyectiles antibalísticos más efectivos que los misiles Patriot, que son muy populares para repeler ataques a gran distancia pero menos avanzados, según los expertos, que esta tecnología con sello israelí.

Los Arrow se empezaron a desarrollar en 1986 por las industrias aeroespaciales israelíes junto a Boeing y contaba desde un primer momento con el apoyo de la Agencia de Defensa Antimisiles de los Estados Unidos. Su técnica incluye el interceptor antimisiles en sí, que es hipersónico, junto con un radar de gran precisión para llegar a los objetos, aunque estén a una gran distancia o altitud, y un centro de control de lanzamiento que puede ser móvil.

De hecho, una de las particularidades de los Arrow es que fueron impulsados específicamente para interceptar y destruir misiles balísticos. En la actualidad funcionan las versiones mejoradas Arrow 2 y Arrow 3, siendo esta última la que puede alcanzar blancos fuera de la atmósfera terrestre o a más de 500 kilómetros de altitud. Al actuar a tanta distancia se consigue minimizar el ataque en sí pero también los efectos colaterales, como los daños por escombros o la contaminación.

Así, entre sus funciones destaca la capacidad de poder neutralizar misiles nuclearos, químicos o biológicos en el espacio gracias a su gran precisión y propulsión. Por sus características, de hecho, otros países se han interesado por comprar esta tecnología: el mejor ejemplo de ello es Alemania, que tras el conflicto entre Rusia y Ucrania decidió comprar Arrow para tener un sistema de defensa aéreo más efectivo.