El Senado francés aprueba definitivamente la Ley contra el burka

Tras dos años y medio de intenso debate nacional , seis meses de procedimientos parlamentarios y el doble voto de la Asamblea nacional y el Senado, la Ley entrará en vigor la primavera que viene, tras una campaña de «pedagogía» nacional, destinada a la comunidad musulmana (5 o 6 millones, en un país de 65 millones de habitantes), razonando los grandes principios que inspiran la Ley.

En su preámbulo al texto final de la Ley, el legislador escribe: «La disimulación sistemática del rostro en el espacio publico es contraria a la fraternidad, y no satisface a la exigencia mínima de civismo en las relaciones sociales [...]. En el caso del velo integral, se trata de un atentado contra la dignidad de la persona, parejo a un rechazo ostensible de la igualdad entre hombres y mujeres».

El nuevo texto legal no cita nunca la palabra burka y se llama «Ley prohibiendo la disimulación del rostro en el espacio público». El Artículo 1º prohíbe el uso de prendas que disimulen el rostro en lugares públicos. El Artículo 2º describe los lugares públicos donde estará prohibido el velo integral (lugares abiertos o afectados al servicio público). Los artículos 3º y 4º enumeran las multas que deberán pagar quienes violen la ley: multas de segunda clase (150 euros) para el uso del velo islámico integral; y 30.000 euros y/o un año de prisión para los instigadores del uso islámico integral.

Promulgada la Ley tras el voto definitivo del Senado, ésta entrará en vigor hacia el mes de marzo que viene, tras una campaña de información y comunicación de carácter pedagógico.

A lo largo del proceso de estudio y redacción del proyecto de Ley, Nicolas Sarkozy y su primer ministro, François Fillon, comunicaron y consultaron activamente con la jerarquía musulmana francesa, con el fin de «evitar malentendidos».

El gobierno volverá a insistir en los fundamentos últimos de su proyecto: defensa de la dignidad de la mujer, defensa de los valores de fraternidad e igualdad entre hombres y mujeres, respeto de la diversidad en un marco de valores cívicos compartidos.

Según el ministerio del Interior, en Francia (65 millones de habitantes) unas 2.000 mujeres (francesas musulmanas) usan regularmente el burka. Podrán seguir usándolo, «en privado». Pero correrán el riesgo de ser «interpeladas» por la policía si lo usan en lugares públicos. La multa de 150 euros es presentada como «simbólica y disuasiva». El legislador francés ha sido mucho más severo contra los instigadores (padres o hermanos) del uso del velo integral islámico: un año de cárcel y 30.000 euros de multa son penas de cierta severidad: ellos son el primer «blanco» de la nueva Ley.