Roma, el imperio que sobrevive en el imaginario colectivo
El Imperio Romano cayó en el 476 d.C., pero en 2023 ha sido el término del año gracias a las redes sociales. Lo cierto es que ni la cultura, ni la política ni los nuevos «emperadores digitales» lo han olvidado
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Corresponsal en Roma
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Iniciar sesiónNo solo todos los caminos conducen a Roma, sino que llevamos dentro la cultura romana, hasta el punto de que el Imperio Romano, destruido por las invasiones bárbaras, todavía está en nosotros. Precisamente, la palabra o término de 2023 ha sido Imperio Romano. Su ... lengua, como la griega, está en la base de nuestras definiciones del pensamiento; su inteligencia política, su patrimonio de arte y de cultura, sus valores morales -sin olvidar que también hubo opresión, esclavitud, profundas injusticias, dominio y sangre-, y la capacidad de mezclarse con otras pueblos y culturas, forman parte de nuestra cultura.
Por eso, el escritor y periodista Aldo Cazzullo, el más brillante de los medios italianos, desarrolla la tesis de que «el Imperio Romano nunca ha caído» en su libro 'Cuando éramos los amos del mundo. Roma: El Imperio infinito', un volumen situado a la cabeza de los más vendidos desde su publicación en septiembre. Sostiene Cazzullo que Roma está viva: «Todos los imperios de la historia están presentes como herederos de los antiguos romanos». Lo que sucede en el Imperio Romano de Oriente, el Sacro Romano Imperio Germánico, el imperio americano y el virtual de Mark Zuckerberg, gran admirador de Augusto, el primer emperador de Roma y primer hombre que lideró una comunidad multiétnica de personas que no se conocían, pero que compartían lengua, divinidades y cultura.
El Imperio duró desde el 27 a.C. hasta el 476 d.C. (la parte oriental resistió hasta 1453, al caer Constantinopla). Cazzullo se pregunta «cómo es posible que una civilización que teóricamente murió hace dieciséis siglos siga influyendo en el lenguaje y el pensamiento de nuestro siglo. Y por qué entre tantos imperios y reinos, entre tantas civilizaciones [...], Roma sigue dando palabras y símbolos a la modernidad, e inspirando todavía las formas que asumen el poder y el arte, los negocios y la comunicación».
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Continuidad del mito
Según Cazzullo, la fascinación de Roma no está solo en su encanto, sino en la continuidad: «El Imperio Romano nunca ha caído, porque la idea de Roma ha viajado inmortal a lo largo de la historia, gracias no solo a soberanos que se veían como la reencarnación del emperador, sino a pueblos que se consideraban herederos de los antiguos romanos. Todos los emperadores de la historia se han sentido como César (también algunos dirigentes políticos actuales), y todos los revolucionarios de la historia se han creído como Espartaco». Napoleón se autoproclamó emperador y mandó construir en París columnas, arcos y elementos que recuerdan la ciudad eterna. «Mussolini se sentía realmente como la reencarnación de un emperador, o más bien como el fundador del imperio», escribe Cazzullo.
Hay «nuevos emperadores», magnates del mundo tecnológico y digital que declaran su amor por los símbolos de la Antigua Roma, como Bill Gates, fundador de Microsoft; Elon Musk, visionario propietario de Tesla, Space X y X (antes Twitter), y autoproclamado «emperador de Marte»; y Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y presidente de Meta.
Zuckerberg vino a Roma de luna de miel con su mujer Priscilla -nombre romano-, pero ella contó que le pareció que eran tres: «Mark, Augusto y yo». De hecho, el marido hablaba continuamente del emperador -a sus hijas les ha puesto nombres romanos; una de ellas se llama Augusta-, y se fotografiaba continuamente junto a sus estatuas. Augusto hizo esculpir 2.500 estatuas con su cara. Se convirtió en el primer hombre de la historia cuyo rostro era conocido por todos, aunque no existieran las redes sociales. Augusto fue el primer emperador que dirigió una comunidad tan vasta como el mundo, con hoy son las redes sociales X y Facebook .
En cierta forma, Zuckerberg cree que es un nuevo Augusto. Según Cazzullo, haya cierta manía de poder en los «emperadores digitales», pero también el sueño de una nueva Roma, representada por una red que sirva para unir una comunidad multiétnica de miles de millones de personas.
Hay «nuevos emperadores», magnates del mundo tecnológico y digital que declaran su amor por los símbolos de la Antigua Roma
La fascinación por el Imperio Romano lleva hoy a muchos personajes a reivindicar características o virtudes de esa época, cayendo en flagrantes errores de apreciación o contradicciones. Por ejemplo, el general Roberto Vannacci, de 55 años, con un extraordinario currículum militar, autor del polémico volumen titulado 'El mundo al revés' uno de los más vendidos del año, creó una tormenta política con frases como éstas: «Queridos homosexuales, no sois normales, ¡haceos a la idea!». Para el general, «la normalidad es la heterosexualidad». Por otro lado, Vannacci ha afirmado que por sus venas «corre una gota de la sangre de Eneas, Rómulo, Julio César, Mazzini, Garibaldi». Pero el general, cuyo mito es Julio César, cae en incongruencias históricas y errores. Olvida que Julio César era notoriamente bisexual y amaba a mujeres y hombres. Tuvo una relación con Nicomedes, rey de Bitinia, antiguo reino de Asia Menor, y sus soldados, para burlarse, lo llamaron reina de Bitinia.
La incongruencia de Vannacci es notable también sobre Eneas, figura presente en la leyenda griega, un prófugo de Asia Menor -un inmigrante, diríamos hoy- al que Virgilio hace protagonista de la 'Eneida', en la que narra su viaje desde Troya hasta el Tíber, donde fundó el linaje de Rómulo y Remo. El general dice llevar sangre de Eneas, pero, sin embargo, ataca a los inmigrantes y cuestiona las reglas de inclusión y tolerancia impuestas por las minorías.
Por lo demás, el Imperio Romano llega también a la pequeña y a la gran pantalla. La ciudad eterna ha inspirado novelas, cómics y películas que forman parte de nuestro imaginario: desde 'Quo Vadis' hasta 'Ben Hur', pasando por 'Gladiator'. Incluso 'Star Wars' y 'Star Trek' hacen referencias a la Antigua Roma.
El florecimiento del Imperio Romano coincidió con otro acontecimiento que cambió la historia: el nacimiento y la crucifixión de Jesús. «Si Occidente es cristiano, si el Papa está en Roma, es porque el Imperio se hizo cristiano», escribe Cazzullo.
En fin, el estilo de la Antigua Roma también es inmortal en el arte: desde el Renacimiento hasta el Neoclasicismo, muchos artistas lo han seguido. El mundo está lleno de monumentos romanos antiguos. En la ciudad eterna hay uno vivo: el Panteón, templo de todos los dioses, uno de los edificios de la Antigua Roma mejor conservados, en la actualidad consagrado como iglesia católica, donde está enterrado el primer rey de Italia, Víctor Manuel, y el pintor Rafael.
El Imperio Romano cayó en 476 d.C., aunque su decadencia comenzó mucho antes. Para los paganos -recuerda Cazzullo-, la causa de la ruina de Roma eran «los cristianos, que habían minado la autoridad imperial reconociendo solo la divina. Por el contrario, para los cristianos, la responsabilidad era de los paganos […] por la corrupción, el lujo, la decadencia de las costumbres: todo lo que se consideraba contrario a los valores cristianos». Algunos de los problemas eran muy similares a los actuales: guerra permanente, flujos migratorios, integración de extranjeros...
Se puede aprender de la historia de Roma. El Imperio, perpetuamente en guerra, tenía un sistema de alianzas y pactos con diferentes pueblos, considerando más importante la influencia militar y cultural que la ocupación de territorios. Esa estrategia era en muchos aspectos similar a la de las grandes potencias actuales.
En fin, el estilo de la Antigua Roma también es inmortal en el arte: desde el Renacimiento hasta el Neoclasicismo, muchos artistas lo han seguido
Búsqueda de soluciones
No es de extrañar que la palabra o término del año 2023 haya sido Imperio Romano. Desde hace meses se convirtió en tendencia en las redes sociales, especialmente en TikTok, con esta pregunta: «¿Con qué frecuencia piensas en el Imperio Romano?». La cuestión la formuló una 'nfluencer' sueca, Saskia Cort. El 'hashtag' (tema de discusión) Imperio Romano acumula cientos y cientos de millones de visitas en esa plataforma.
La gran mayoría dice que piensa en el Imperio Romano una vez por semana. Pero el paleontólogo Alberto Angela, escritor y divulgador científico, confiesa que lo hace «al menos 50 veces cada día». Según explicó en un vídeo, se debe a este motivo: «Era una sociedad muy parecida a la nuestra, y ver cómo resolvían ciertos problemas a veces te enseña cómo solucionarlos hoy. No había racismo como lo vemos hoy. Las mujeres estaban muy emancipadas, eran libres. Poppea Sabina, Agripina, Cecilia Metella... Eran personas de gran poder, independientes. El sexo era libre; no había homo, hetero o bi... Se amaban en el sentido más total del término». Desde luego, está claro que Roma nunca cayó, al menos en la versión idealizada que se tiene de la ciudad eterna.
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