Éxodo a Egipto y Túnez

ACNUR ha especificado que "165.000 personas han huido a Túnez, casi 140.000 a Egipto, más de 9.000 a Argelia y unos 6.000 a Níger". La portavoz de ACNUR en España ha señalado que había listos unos planes de contingencia a ambos lados de la frontera con Libia y en algunos países europeos a donde podría llegar gente a través del Mediterráneo, "aun en el caso de no haberse producido la intervención militar de la coalición internacional". También ha afirmado que "el Alto Comisionado sabe que hay grupos de desplazados en el interior del país y que la situación de inseguridad que está viviendo Libia impide que las organizaciones humanitarias puedan hacer una valoración fiable".

Sobre las medidas llevadas a cabo por ACNUR para ayudar a los refugiados, Vega ha destacado que "se ha reforzado la asistencia en las fronteras; se ha tratado de evacuar al mayor número posible de personas que han cruzado las fronteras hacia Túnez y Egipto para descongestionar la zona y que el trabajo en la zona sea más manejable; y se han montado unos campos de tránsito para registrar a las personas, ver sus necesidades y cuáles son los grupos más vulnerables, así como si son ciudadanos que pueden o no volver a su país".

En este sentido, ha comentado que se han organizado vuelos de evacuación humanitaria para los ciudadanos que han pedido volver y que han podido hacerlo. "A 21 de marzo, estos vuelos se han llevado a 58.200 personas y se han organizado desde Djerba (Libia), donde hay un aeropuerto pequeño y también desde El Cairo (Egipto)", ha concretado. De esta manera, ha añadido que estas evacuaciones se han llevado, en unos casos, con la ayuda de los Estados -como España- y en otras ocasiones "han sido los propios países los que han organizado sus propias evacuaciones", al tiempo que ha afirmado que "sería una irresponsabilidad no prestar ayuda ante una situación como esta".

"Hemos notado que ha habido un ligero descenso en el número de personas que ha cruzado la frontera hacia Egipto desde el viernes de la semana pasada, quizás porque algunas personas no progubernamentales sienten más confianza en que la situación pueda cambiar", ha dicho. No obstante, ha aclarado que, según los testimonios de las personas que han salido de Libia, "cada vez hay más controles para poder salir y tienen miedo de que la ruta que siguen pueda ser bombardeada".

También ha recordado que ACNUR lleva trabajando en Libia desde 1991 con refugiados de Somalia, Sudán, Chad, Costa de Marfil, Irak o Palestina; que hay reconocidos 8.000 refugiados bajo el mandato de ACNUR y que el número de solicitudes de asilo alcanza las 3.000, al tiempo que ha indicado que "como Libia no firmó la Convención de Ginebra de 1951 la responsabilidad de determinar quién es un refugiado está traspasada a ACNUR".

El coordinador del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Mauricio Valiente, ha afirmado que "es esencial desde el punto de vista de las políticas públicas que la UE poca énfasis en la atención de las personas con motivo de todo lo que está ocurriendo en Libia y que se debe ayudar a los desplazados forzados". Valiente también ha abogado por "establecer un reparto de la atención a los refugiados, en función de las responsabilidades de cada Estado miembro y en el caso de que se produzca una llegada masiva de refugiados a la UE, como estipula la Directiva Europea sobre Protección Temporal en caso de afluencia masiva".