Proscrito en Rusia uno de sus escritores más internacionales por criticar la guerra en Ucrania
Ha sido abierta contra Borís Akunin una causa penal después de que el organismo Rosfinmonitoring, lo incluyera en la lista de «terroristas y extremistas»
Rusia incluye al popular escritor Boris Akunin en la lista de «terroristas y extremistas»
El escritor Boris Akunin
El escritor detectivesco ruso de origen georgiano, Borís Akunin, de 67 años, cuyo verdadero nombre y apellido es Grigori Chjartishvili, uno de los novelistas contemporáneos más leídos y conocidos fuera de Rusia, ha caído en desgracia por sus opiniones contrarias a la anexión de ... Crimea, a la guerra en Ucrania y por sus críticas a la política del Kremlin. Ha sido abierta contra él una causa penal después de que el organismo Rosfinmonitoring, lo incluyera en la lista de «terroristas y extremistas», algo en la actualidad muy común cuando se trata de personajes contrarios a la línea que viene siguiendo el presidente Vladímir Putin, en especial en lo que se refiere a su decisión de invadir Ucrania, provocando así una guerra que dura ya casi dos años.
Tras estas decisiones adoptadas por el Kremlin, que no se aplicaban contra un escritor prácticamente desde la época soviética, Akunin, que vive en el exilio desde 2014 en Londres, declaró en una entrevistas a distintos medios internacionales que «el régimen de Putin claramente ha decidido dar un nuevo paso en su transformación en un Estado policial y autocrático, en un Estado totalitario». «Rusia está dirigida por un dictador mentalmente trastornado y, lo que es peor, hace caso a su paranoia», aseguró.
Según sus palabras, «cuando la represión se extiende a la esfera de las letras en un país como Rusia, en donde la literatura ocupa un lugar central, eso es una señal inquietante (…) algo así no sucedía desde el periodo de las grandes purgas de Stalin y la represión masiva de opositores en la segunda mitad de los años 30». En tono de broma, el novelista ruso señaló que los fiscales encargados de llevar a cabo la investigación en su contra «van a tener que leerse todos mis libros, y he escrito 80, para encontrar indicios de extremismo».
El Comité de Instrucción de Rusia ha abierto sendas causas penales contra Akunin, una por «justificación del terrorismo» y otra por «propagar bulos» sobre la actuación del Ejército ruso en Ucrania. Sus novelas han sido retiradas de las librerías rusas mientras su principal editorial 'Zájarov' ha sido sometida a un severo registro policial. «Obviamente, esto se debe al hecho de que somos los únicos que no hemos suspendido la venta de los libros de Akunin en nuestra página web y tampoco hemos hecho, como se nos exigió, ninguna declaración de que cesaremos nuestra cooperación con el escritor», aseguró la directora de la editorial, Irina Bogat, la semana pasada.
«Material extremista»
Ahora los expertos se preguntan qué consecuencias tendrá todo esto para los lectores. A juicio de Alexánder Verjovski, director del centro de investigación SOVA, especializado en el estudio de conductas extremistas y de las medidas que contra ellas aplica el poder, «no tendría que perseguirse ni castigarse la venta, almacenamiento, lectura y distribución de los libros de Akunin (…) para ello hay que demostrar primero su contenido extremista. Ni siquiera basta con que la obra haya sido escrita por un supuesto extremista, es decir, por una persona condenada por ese delito, algo que no es el caso de Akunin».
Para que un libro sea reconocido como «material extremista», asegura Verjovski, «hace falta una decisión judicial que ahora mismo nadie ha emitido». No obstante, el director de SOVA cree que «para un editor puede surgir un problema no legal, pero sí práctico, con los pagos a Akunin de las regalías por la venta de sus libros, que podría interpretarse como financiación de actividades extremistas», delito que en Rusia se castiga con entre 8 y 15 años de prisión. Por tanto, el creador de las aventuras de Fandorin no va a poder publicar más en Rusia.
Las tiendas online rusas están retirando masivamente de la venta sus obras por miedo a sufrir acciones legales. Los libreros perciben las medidas de las autoridades contra Akunin, autor «deshonrado» por su supuesto «extremismo», como una señal de advertencia. Sobre todo cuando surgen hasta diputados que piden directamente su muerte.
«Enemigo»
El legislador Andréi Guruliov, dijo que «Akunin debería ser aniquilado por lo que ha dicho contra el Ejército ruso, por desear que su país sea completamente derrotado (…) ¿Quién es él si no un enemigo?». Otro escritor vetado en Rusia es Dmitri Bíkov, también declarado «extremista» por el solo hecho de estar contra la guerra en Ucrania y cuyos libros igualmente han sido retirados de la venta y las editoriales evitan por miedo a represalias de las autoridades.
Akunin, muchas de cuyas obras han sido traducidas al español, se hizo famoso en Rusia gracias a las investigaciones policiales de Erast Fandorin, un detective de la época zarista de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En España, la editorial Salamandra publicó títulos como «El ángel caído», «El gambito turco» o «Conspiración en Moscú». «Azazel», su primera novela, fue publicada en 1998.
El escritor ruso está convencido de que Putin «sigue manteniendo una línea de acción imperialista con respecto a Ucrania y al resto de las antiguas repúblicas soviéticas. Él cree que forman parte de su zona de influencia y no quiere que esta se reduzca». De ahí que Akunin sostenga que «toda la crisis ucraniana, desde la anexión de Crimea, el apoyo y financiación de la revuelta armada en Donbass contra Kiev y la invasión -iniciada en 24 de febrero de 2022-, es el castigo a Ucrania porque su Gobierno decidió dar un giro en su política, mirando antes a Moscú para mirar después a Occidente».