Musulmanes del 11-S
Dos perspectivas: entre una bofetada en la cara y un derecho constitucional al que no piensan renunciar
mario a. avellaneda albán
Sería lo más obvio pensar que cualquier musulmán estaría a favor de la construcción del «Park 51», sin embargo hemos encontrado dos familias que han sufrido el mismo trauma y cada una opina diferente. Zara Yedvarb perdió a su hermano Taimour Khan que trabajaba en ... Carr Futures. De los 141 trabajadores de esta compañía de finanzas, 69 se encontraban en el piso 92 de la torre Norte. Todos murieron.
Zara y su familia, todos musulmanes, están «muy en contra de la construcción de una mezquita tan cerca del lugar de los atentados. Soy musulmana, criada en Nueva York y para mi es como una bofetada en la cara a todos los que hemos tenido que sufrir esta tragedia. La construcción de este templo sería como dictar una sentencia enfermiza en contra de toda la inocencia perdida ese día.» Le pregunto a Zara si no cree que hay un manto político en toda esta polémica, y enfurecida me contesta que «en su corazón, las pretensiones de levantar este templo no están teniendo en cuenta los sentimientos de los familiares del 11-S.
Nosotros, los familiares, tenemos que pasar el resto de nuestras vidas sin los seres que amamos, ¿ni siquiera eso podemos hacerlo en paz? Sería muy triste para los EE.UU si esta mezquita se construye». Para rematar me dice que «es una vergüenza que haya que explicar estos argumentos. ¿Acaso no es obvio? Mohammad Salman Hamdani, el hijo de 23 años de Talat G. Hamdani, acudió como voluntario para las labores de rescate. Mohammad tenía el certificado de paramédico y ese día lo dio todo, hasta su vida.
Talat difiende su religión, y como otros norteamericanos, destaca que «las víctimas fueron asesinadas por defender los valores estadounidenses de libertad, democracia y capacidad para elegir cualquier fe. No fueron asesinados por el Islam, sino por terroristas. ¿Las acciones de Timothy McVeighs convierte a todos los católicos en asesinos? Los judios mataron a Jesús. ¿Son todos los judios unos asesinos?» Esta norteamericana de 58 años siente que «desde el 11-S los musulmanes de este país estamos siendo señalados y vivimos cargando una cruz.
Culpar a toda una religión por los actos de terroristas extranjeros no es justo, es discriminación religiosa. La libertad de culto está garantizada por la primera enmienda de la constitución de este país. Es nuestro derecho como norteamericanos y no renunciaremos a él bajo ningún concepto.» Talad se despide diciendo que «la semilla del odio ya está sembrada, pero hay que detener las llamas antes de que quemen el país entero».
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