Maliki se mantiene como primer ministro en un Irak donde los chiíes seguirán dominando
Yalal Talabani seguirá siendo presidente del país, que continúa sin gobierno tras las elecciones del 7 de marzo. El Parlamento lo dirigirá un representante del partido del ex primer ministro Ayad Alawi
MIKEL AYESTARÁN
Ocho meses y decenas de muertos después Irak podría conocer a su nuevo gobierno en las próximas horas. Las principales fuerzas del país se reúnen en Arbil , capital de la región autónoma del Kurdistán, para rubricar un acuerdo por el que Nuri Al ... Maliki conservará el asiento de primer ministro, Jalal Talabai el de presidente e Iraqiya, la lista más votada en las elecciones del 7 de marzo con 91 escaños, ostentará la presidencia de la cámara.
Nuri Al Maliki , que se presentó a la cita con las urnas separado de la lista de los partidos religiosos chiíes que formaron la Alianza Nacional al frente de un grupo bautizado como Estado de Derecho, logró finalmente el apoyo de sus antiguos socios de gobierno, principalmente el bloque Sadrista, al que se sumó el respaldo kurdo cuya gran exigencia era que Jalal Talabani continuara al frente de Irak como presidente. Con este apoyo consigue superar los 163 escaños necesarios para obtener la mayoría de la cámara. El sistema político iraquí en el que los partidos se concentran en grandes bloques ha complicado el pacto final ya que con el paso de los meses se han producido fisuras y separaciones en el seno de las coaliciones y al final cada partido ha actuado por separado sin seguir las directrices del bloque electoral.
Candidato de consenso
"Es un hombre que cuenta con el respaldo de Teherán y de Washington. Aunque los americanos apostaron por Iyad Alawi en un primer momento pronto se dieron cuenta de que no era una opción viable y volvieron a Maliki”, asegura un diplomático europeo desde Bagdad. El ex primer ministro Alawi consiguió el mayor número de votos en los comicios al frente de la lista Iraqiya, de corte intersectario y laico y que ha obtenido el apoyo de la población suní del país, pero finalmente no ha podido con el fuerte pacto entre formaciones chiíes. El pacto entre bloques es el primer paso para la elección de un gobierno en el que los analistas permanecen muy atentos al reparto de carteras.
Con la cumbre de Arbil y la próxima cita del parlamento del jueves se pone fin de esta forma a ocho meses de intensas y complejas negociaciones que han vuelto a dejar de manifiesto las tensiones sectarias presentes en el seno de la clase política del país. Países vecinos como Siria, Turquía o Irán, al igual que Estados Unidos o Arabia Saudí, han mantenido una estrecha agenda diplomática con los candidatos iraquíes para intentar poner fin al vacío de poder en Bagdad , un vacío que la insurgencia ha aprovechado para volver a golpear con dureza como se ha visto en la última semana en la que más de cien personas han muerto por acciones terroristas tan solo en la capital.
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