Maduro endurece su represión al tomar a su aliado Partido Comunista de Venezuela

Además de las amenazas de muerte que reciben los candidatos opositores por parte del chavismo, el gobierno de Maduro se tomó ocho toneladas de oro de las reservas, sin justificar, vaciando al Banco Central de Venezuela (BCV) de sus fondos.

El instituto emisor ha quedado solo con 6.813 millones de dólares en reservas, lo que representa la mitad de lo que tenía hace seis meses. Al inicio de su gestión, hace 10 años, el BCV presentaba más de 23.000 millones de dólares en reservas internacionales. Hoy está en la ruina con la producción petrolera en manos de los iraníes, rusos y chinos que no logran recuperar la industria nacional.

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Maduro sufrió otro revés recientemente al negársele los tribunales del Reino Unido de quedarse con 31 toneladas de oro guardadas en Inglaterra. Tampoco el Novo Banco de Portugal le devolverá más de 3.000 millones de dólares, descongelados por Estados Unidos.

'Tribuna Popular', el diario digital del PCV, el partido más antiguo del país, ha denunciado la represión de Maduro. La noche de este viernes 11 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ el brazo jurídico del chavismo) ordenó la intervención del PCV con el nombramiento de una junta ad hoc compuesta por un grupo de ciudadanos que no pertenecen a las filas del Gallo Rojo.

«El Gobierno de Nicolás Maduro ha consumado el asalto contra el Partido Comunista de Venezuela a través de una arbitraria sentencia judicial que avala la imposición de una directiva compuesta por mercenarios al servicio de la cúpula que dirige el PSUV», denunció el Buró Político del PCV.

De acuerdo a la sentencia N.º 1160 del TSJ, esta directiva fraudulenta debe organizar los procesos democráticos internos que garanticen los derechos a la participación política de los asociados. No obstante, su nombramiento viola abiertamente el marco constitucional y los estatutos del PCV, organización que el pasado noviembre de 2022 realizó exitosamente su XVI Congreso Nacional y eligió a sus organismos de dirección nacionales, regionales y locales.

Por otro lado Maduro ha intervenido a la Cruz Roja, capítulo Venezuela, disolviendo a su junta directiva tras 15 años en funciones y nombrando a otra para reemplazarla. Aparentemente el chavismo tiene interés en ponerle la mano a los fondos internacionales de 1.300 millones de dólares que supuestamente va a recibir la entidad para atender la crisis humanitaria.

La represión chavista también se ha ensañado contra los seis sindicalistas sentenciados a 16 años de prisión por protestar contra los bajos salarios. Dos relatores de la ONU (Fionnuala Ní Aoláin y Clément Nyaletsossi Voule) dijeron que hubo un proceso judicial marcado por irregularidades y excepcionalidades en el caso de los 6 hombres condenados a 16 años de prisión el primero de agosto.

«La dureza de las condenas sirve de advertencia a otras personas que podrían participar en actividades disidentes o asociativas, -contrarias a las opiniones del gobierno», dijeron los relatores internacionales.

El régimen chavista también ha endurecido sus ataques contra los candidatos opositores durante su campaña por las primarias. Henrique Capriles fue acorralado en Delta Amacuro este fin de semana, prohibiendo repostar su vehículo de gasolina para sabotear su recorrido por la zona.

Capriles afirmó que Maduro piensa en replicar «el atentado que sufrió Villavicencio en Ecuador «. Delsa Solórzano, otra de las candidatas recibió por las redes sociales amenazas de muerte.