Macron, a Merz: «Quedemos rápido para trabajar juntos, para el bien de los alemanes, los franceses y los europeos»
El presidente espera relanzar el motor franco-alemán con proyectos en materia de seguridad y defensa europea
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Emmanuel Macron ha saludado con entusiasmo la elección de Friedrich Merz como canciller de Alemania lanzando un caluroso llamamiento al relanzamiento «más fuerte que nunca del motor franco - alemán para la construcción política de Europa».
A los pocos comentos de conocerse la elección ... de Merz en una inesperada segunda vuelta, Macron publicó esta reacción personal: «A nosotros nos corresponde acelerar nuestra agenda europea sobre soberanía, seguridad y competitividad».
Macron espera recibir a Merz los próximos días en el Elíseo para reconstruir la matriz del antiguo «motor» franco-alemán, que había sufrido importantes fracasos durante el último quinquenio.
A lo largo de 2024 se confirmó que el antiguo eje y «motor» franco-alemán, que fue uno de los pilares de la construcción política de Europa, se había transformado en una simple «amistad averiada y empantanada».
En vísperas de su triunfo electoral, del mes de febrero pasado, Merz hizo unas históricas declaraciones que la Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF) presentó de este modo: «El presidente de Estados Unidos, Trump, amenaza con retirar su protección a Europa. Por ello, el candidato a canciller federal, Friedrich Merz, pide que se entablen negociaciones con Francia sobre protección nuclear. ¿El paraguas nuclear de Francia para Alemania?«. Por vez primera en la historia de las relaciones franco-alemanas se abría la posibilidad de un sistema europeo de defensa que pudiera tener como pilares las armas nucleares de Francia e Inglaterra.
Proceso potencialmente histórico, largo y complejo. En París se presta a Merz la intención de reanudar una vieja tradición bilateral que repitieron todos los presidentes y cancilleres de Francia y Alemania desde hace varias décadas: visitar Berlín o París con mucha rapidez.
En su mensaje de «bienvenida» a Merz, Macron insiste en ese punto, altamente simbólico: «Quedemos rápido para trabajar juntos, para el bien de los alemanes, los franceses y los europeos».