Guerra psicológica contra Ucrania para alejarla de Crimea, los objetivos de Rusia tras el ataque a la presa
Según expertos ucranianos en asuntos políticos, uno de los mayores retos después del conflicto será el retorno de aquellos que escaparon de la violencia
Los ingenieros aseguran que «el agua que la presa tiene acumulada puede arrasar todo lo que encuentre a su paso»
Así avanza el agua hacia Jersón y el sur de Ucrania tras la destrucción de la presa de Kajovka
Rusia y Ucrania se acusaban este martes mutuamente de haber hecho volar la presa de Nueva Kajovka. «Pero para nosotros está claro quién lo hizo porque sabemos que los explosivos fueron plantados por los rusos cuando ocuparon Nueva Kajovka», afirma Julia Kazdobinam, miembro del ' ... think tank' Prisma Ucraniano. «Esta información salió a la luz en octubre del año pasado, en la víspera de la ofensiva ucraniana, y en ese momento hubo mucha tensión sobre las posibilidades de que volaran el embalse. Además, cuando se produce un ataque externo, se puede ver algo volando hacia la estructura que explota, y en los vídeos no se ve nada en el cielo».
Kazdobinam, que hasta 2019 fue asesora del Ministerio de Política de Información de Ucrania, habla durante una charla entre periodistas y grupos de expertos ucranianos que tuvo lugar el pasado martes en la Asociación de Periodistas Europeos.
La destrucción de la represa tendrá múltiples implicaciones, según Kazdobinam. «Una gran área fue inundada, las poblaciones cercanas que se surtían agua potable de la represa, ya no tendrán esa posibilidad; habrá otra ola de refugiados. La central nuclear de Zaporiyia, que utilizaba esas aguas para el sistema de refrigeración, también se verá afectada, al igual que el suministro de Crimea. Yni hablar de la vida silvestre; un ecocidio».
La experta en políticas asegura que este acto es una continuación de las tácticas rusas que pretenden sabotear la infraestructura fundamental para causar sufrimiento a la población. «Lo vimos antes del comienzo de invierno cuando atacaban las instalaciones que proveían electricidad y calefacción a los ucranianos, ahora, al inicio del verano, apuntan al agua». «Tampoco soy una experta militar, pero entiendo que esto también dificulta el avance del Ejército ucraniano a Crimea».
Guerra psicológica
Rusia todavía tiene la capacidad de producir proyectiles y atacar poblaciones civiles casi a diario. Es parte de una operación psicológica. De los 31 días de mayo, las alarmas antiaéreas sonaron en al menos 20 de ellos, según Mariia Koval, experta de asuntos europeos de Prisma Ucraniano. «Los ataques suelen ser nocturnos, entre las 2.00 y las 5.00 a.m. Así que son noches de insomnio tanto para los civiles como para los soldados. Haciendo eso quieren intentar comunicarle a nuestra población que, aunque logremos avances en el frente, siguen siendo capaces de infundir terror». Algo que también afecta a los militares cuyas familias aún permanecen en Ucrania. «Psicológicamente, sería más sencillo para nuestros combatientes luchar teniendo la certeza de que está todo bien en casa».
Y además del objetivo mental hay uno estratégico. Cuando Rusia ataca poblaciones como Odessa o Kiev, obliga a situar los distintos sistemas de defensa aéreo cerca de las grandes ciudades y lejos de la línea de fuego, imitando las oportunidades de combate. «Es por eso que Ucrania es tan insistente con los F-16», explica Koval. «Para complementar la estructura defensiva y proteger el espacio aéreo».
El reto demográfico
La mitad de los refugiados ucranianos son niños y al menos dos millones han salido del país. La tasa de natalidad cae y la de mortalidad aumenta. «Recuperarse de esta conmoción demográfica será difícil, aún no sabemos por dónde empezar», sentencia Oleksandra Bulana, investigadora del Centro Ucraniano para la Política Europea. «Tendremos que reconstruir escuelas e instalaciones de atención médica».
Otra de las preocupaciones que genera la invasión es lo que sucederá una vez se cierre el capítulo. Lograr que retornen los migrantes será una de las tareas en las que tendrá que centrarse el Gobierno ucraniano cuando se libren de los rusos. Tendrán que crear condiciones para que quieran regresar quienes han huído de la violencia. «Se necesitan, principalmente, garantías de seguridad y una economía fuerte para que existan puestos de trabajo a los cuales volver», asegura Iryna Kosse, analista del Instituto de Investigación Económica, un laboratorio de ideas ucraniano.
«No sabemos a ciencia cierta cuánto va a tardar Ucrania en recuperar sus niveles económicos previos a la guerra, solo tenemos el pronóstico de un crecimiento del PIB de 3%. Y está claro que eso es insuficiente». Sin embargo, Kosse estima que, para readquirir los niveles económicos de 2021, seguramente se necesitarán más de cinco años.