¿Qué hacer con los Wagner?

La cosa se medio arreglo con la intervención del líder bielorruso, amigo de ambos, y el traslado de tropas a aquel país. Pero Wagner, compuesto por mercenarios, sigue siendo una unidad militar formidable. De hecho, la única que ha conseguido una victoria sobre los ucranianos, disponiendo además tropas en diversos países subsaharianos.

La desaparición del líder parece haber arreglado el asunto y Putin lo ha cerrado exigiendo a sus miembros jurar lealtad a Rusia, lo que no ha hecho más que aumentar las dudas sobre el accidente, ya que rebelarse contra él es una condena de muerte. El Departamento de Estado de EE.UU., sin embargo, no está nada seguro. «De Rusia -ha dicho su portavoz- ocurre como con los icebergs: vemos sólo la décima parte y no hay que descartar ninguna opción». O sea que Prigozhin puede aparecer cualquier día en Copacabana, Marbella o la Plaza Roja, aunque esta última opción sea la menos probable.

El problema son los wagnerianos en África, que pueden ofrecer sus servicios a cualquiera de los dictadorzuelos o bien a los jefes militares que ocupan el poder a cambio de ayudarles a mantenerse ahí. Europa, no hace tanto dueña y señora de aquel continente, tendría que prestar más atención a los esfuerzos que están haciendo en aquel lugar los pocos que creen en la democracia como la mejor forma de establecer un Estado de derecho y justicia. Pero, por las imágenes que nos llegan, Rusia y China parecen estar ganando esa batalla.