Será Feijóo

Desde las últimas y confusas elecciones , el Gobierno Sánchez, apoyado por la extrema izquierda y los secesionistas, viene aireando a todos los vientos que la «coalición progresista» las ha ganado y que -según sostienen- Feijóo no hace más que el ridículo insistiendo en su candidatura, por lo que lo mejor es que desista. Hasta que se han dado de bruces con la realidad. La realidad es que las consultas del Rey con las distintas formaciones políticas para decidir a quién encomienda formar gobierno ha dado un ganador claro: Núñez Feijóo, que ha sido quien ha recibido el mandato de intentar la investidura. Porque el Rey no es un árbitro en nuestro ordenamiento constitucional. El árbitro es el pueblo español, que ya habló el 23J y designó al presidente del PP ganador en las urnas. Hay quien comentaba que Felipe VI estaba ayer en la posición de aquel rabino al que acuden tres fieles en busca de que resuelva su disputa. Expone el primero sus argumentos y el rabino dice «tiene usted razón». Lo hace el segundo y el rabino sentencia: «tiene usted razón». Ante lo que un espectador exclama: «¡pero rabino, no pueden dar la razón a ambas partes!». A lo que el rabino admite: «Pues usted tiene también razón». No fue lo que dijo e hizo Don Felipe, pues no dudó en decidir y hasta explicó el porqué en un comunicado en el que lo deja claro.

Al final, ha sido Feijóo el que ha recibido el encargo del Rey, lo que hay que celebrar pues a día de hoy presentó en La Zarzuela más apoyos seguros que Sánchez. Hasta 172, a cuatro de la mayoría absoluta. Parece difícil que consiga los que le quedan, pero ha de intentarlo. En cualquier caso, a día de hoy el líder socialista sólo pudo asegurar en su visita a Don Felipe que «confía en conseguir los apoyos», lo que no deja de ser un futurible, altamente inquietante pues ya sabemos de lo que es capaz Sánchez cuando se trata de mantener el poder. Acuérdense de que dijo que no iba a poder dormir tranquilo si metía a Iglesias en La Moncloa, que nunca concedería los indultos a los golpistas o que nunca pactaría con Bildu.

Hacer predicciones en esta España es tarea de máximo riesgo y no me atrevo a pronosticar un final de este proceso. Solo que los separatistas seguirán poniéndole a Sánchez el precio de la autodeterminación y la amnistía. Lo que ningún dirigente cabal les puede conceder.