¿Ante el riesgo de una Tercera Guerra Mundial?

La guerra en Ucrania continuará y todo apunta que se agravará, como ha ocurrido en los últimos días y semanas. Sin que haga falta recordar que la Segunda Guerra Mundial se inició por un pasillo hacia Danzig, entonces alemana, que en cuestión de días se había convertido en conflagración europea y poco más tarde, mundial.

Los síntomas no pueden ser más ignominiosos: en Rusia gobierna un iluminado que desea devolver su país a la grandeza de los Zares o de Stalin. Sin conseguir más que reveses. La contraofensiva ucraniana amenazaba incluso con privarle de Crimea, su perla en el mar Negro. Ante lo que no vaciló en volar la mayor presa europea para impedir el avance de los tanques y la artillería más sofisticada que la suya.

Y como las desgracias nunca vienen solas, el grupo de mercenarios Wagner se le medio sublevó. Menos mal que con la ayuda del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, logró dominar la revuelta, aunque éste le dice que los wagnerianos le piden atacar a Polonia por el apoyo que presta a los ucranios.

Putin se ha limitado a machacar con cuanto tiene Odesa, el último objetivo fue la catedral ortodoxa, y advertir que considerara acción bélica todo buque que vaya a recoger grano ucraniano.

¿Se imaginan qué ocurriría si una flota de la Armada de EE.UU., con su portaaviones, se dirigiese a Odesa y todas las bases de la OTAN en torno a Rusia con sus ojivas nucleares apuntándola?

Por cierto: España es el único país europeo con comunistas en su Gobierno... 'Always different'.