Israel ultima el asalto a Rafah mientras debate el momento adecuado para atacar Irán

El choque directo con la república islámica ha eclipsado a la guerra en Gaza, en la que los israelíes han dado paso un clave para su ataque contra Rafah, ciudad fronteriza con Egipto que se había convertido en refugio para 1,5 millones de personas. Desde la retirada del Ejército del sur, miles de civiles han dejado Rafah para dirigirse de nuevo a sus casas, o lo que quede de ellas. Los militares no les permiten llegar al norte de la Franja, pero sí a la zona centro, donde se pudieron ver incluso imágenes de playas abarrotadas de gazatíes en un día marcado por las altas temperaturas.

Los bombardeos no han cesado, pero antes de cualquier operación a gran escala en Rafah los aliados de Israel le pidieron que evacuara al mayor número posible de civiles. Según un comunicado de la oficina del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, además de Irán, los preparativos para asaltar Rafah fueron parte clave de la reunión del gabinete de seguridad del lunes. Gallant destacó la importancia de la «evacuación de civiles y la ampliación de las carreteras para llevar alimentos y equipos médicos» a las zonas señaladas como seguras para esas personas, y que no se han especificado hasta el momento.

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La violencia en todos los frentes ha sepultado a las conversaciones indirectas entre Israel y Hamás. El primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, lamentó que el «estancamiento» del diálogo abrirá las puertas a «la expansión del conflicto» por Oriente Próximo.

Con la operación de Rafah en marcha, la prensa israelí recoge numerosos escenarios posibles para el ataque contra Irán. 'The Jerusalem Post' aseguró que ya está decidido cómo será el golpe contra Irán y sus grupos aliados en la región, pero que el momento de hacerlo no está cerrado debido a los numerosos preparativos que son necesarios.

La acción no parece inminente ya que el jefe del Ejército, Herzi Halevi, declaró a los medios que «nuestra política interna busca que al menos los ciudadanos puedan vivir esta semana de Pesaj (Pascua judía) como en años anteriores».

Las opciones que manejan los medios locales, siempre citando a fuentes de la seguridad bajo condición de anonimato, van desde un ataque a gran escala contra instalaciones nucleares iraníes, hasta bombardeos contra instalaciones de drones o misiles balísticos, o algo más contenido como asesinatos selectivos, algo que ya ha ocurrido en el pasado con científicos nucleares claves en la carrera atómica de la república islámica.

Mientras que en Israel se especulaba con los objetivos, los iraníes vivían una jornada de desfiles militares con motivo del día de las Fuerzas Armadas. El presidente Ebrahim Raisi repitió el mismo mensaje que defiende Irán desde el sábado y dijo que «la más mínima acción» de Israel acarreará una respuesta «masiva y dura». Raisi calificó el ataque del sábado como «limitado» y aseguró que si hubieran querido «en estos momentos no quedaría nada del régimen sionista».

Tras el bombardeo israelí del consulado de Irán en Damasco del 1 de abril los iraníes han cambiado de estrategia y aseguran que responderán a cada agresión de su enemigo. Esto supone un cambio muy grande a la ecuación por la que se regía hasta ahora la guerra oculta entre el régimen islámico y el Estado judío.