Israel mata a un alto mando de Hizbolá y crece el temor de guerra total en Líbano
Tras el asesinato de Al Arouri, Hasan Nasrala, líder de Hizbolá, clamó venganza y el primer paso consistió en lanzar decenas de cohetes contra una importante base de vigilancia israelí en el monte Merón
Hezbolá lanza más de 60 cohetes contra Israel en su «respuesta» a la muerte de Salé Al Aruri
Estambul
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Iniciar sesiónDesde el día 7 de octubre Israel y Hizbolá, Hizbolá e Israel están metidos de lleno en el macabro juego de ataques y respuestas en el que cualquier error de cálculo puede hacer estallar un conflicto a gran escala. Menos de una semana ... después del asesinato de Salah Al Arouri, número dos de Hamás, en Beirut, Israel volvió a mover ficha y mató al comandante de Hizbolá Wissam Al Tawil, cuyo nombre de guerra era 'Jawad', muy cerca de la frontera. La milicia chií ha perdido más de 140 hombres en los últimos tres meses y Al Tawil, que pertenecía a la unidad de élite Radwan, es el miliciano de mayor rango que ha alcanzado Israel hasta el momento. Ahora es el turno de respuesta para Hizbolá, que vengará la muerte de su hombre cuyo coche fue alcanzado por un proyectil israelí en un ataque selectivo.
Tras el asesinato de Al Arouri, Hasan Nasrala, líder de Hizbolá, clamó venganza y el primer paso consistió en lanzar decenas de cohetes contra una importante base de vigilancia israelí en el monte Merón. Los medios israelíes identificaron a Al Tawil como el máximo responsable de ese ataque contra una base que sufrió graves daños y también le señalaron como la persona que preparó el secuestro de dos soldados en 2006, la chispa que hizo estallar la guerra.
Un Israel herido combate sin límites para restaurar el efecto de disuasión frente a sus enemigos
Mikel AyestaranEl secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha vuelto a la región con el objetivo de evitar la extensión de la guerra a Líbano
Hasta el momento, Hizbolá ha dado muestras de no querer entrar en una guerra total. Sus ataques, que han obligado a la evacuación de las localidades vecinas a la frontera, se centran en un perímetro concreto y los mensajes de sus responsables, con Nasrala a la cabeza, insisten en que «cualquiera que piense en una guerra contra nosotros… lo lamentará». Hizbolá es una milicia más fuerte que Hamás y en 2006 libró una guerra de 33 días contra Israel que acabó con una enorme destrucción en Líbano, esto hace que un amplio sector de la sociedad no apoye un nuevo conflicto a gran escala.
Dispuestos «a todo»
Israel aprieta el acelerador en su carrera por recuperar el efecto de disuasión perdido el 7 de octubre cuando Hamás superó todas las barreras de seguridad de Gaza, mató a 1.200 personas y se llevó cautivas a otras 250. Estados Unidos ha enviado al secretario de Estado, Antony Blinken, a la zona para intentar frenar la extensión de la guerra de Gaza a Líbano, pero no será una labor sencilla. Según desvelaron fuentes de inteligencia a The Washington Post, la Casa Blanca está alarmada por la posibilidad de que Benjamín Netanyahu decida extender la guerra suelo libanés para garantizar su supervivencia política en un momento de máxima discusión interna en torno a su figura.
En plena escalada de tensión con Hizbola, el mismo Netanyahu viajó a la frontera norte para visitar a las tropas. El primer ministro dijo que «haremos todo lo necesario» para que la seguridad vuelva lo antes posible a la zona y los civiles puedan regresar. En palabras del cuestionado dirigente «nosotros, por supuesto, preferimos que esto no se haga en una campaña amplia, pero esta posibilidad no nos detendrá». Respecto a Hizbola dijo que «no deben meterse con nosotros».
Tras el anuncio del final de las operaciones del ejército al norte de Gaza, cada vez más ojos se fijan en este segundo frente y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, concedió una entrevista a The Wall Street Journal en la que afirmó que «peleamos contra un eje, no contra un único enemigo (…) Irán acumula poder militar alrededor de Israel para poder utilizarlo». Ese poder militar en el lado libanés se llama Hizbolá.
Mientras en Gaza los movimientos militares se trasladan al centro y sur de la Franja, el final de la misión en la parte norte, gran bastión de los islamistas, ofrece a Israel la posibilidad de destinar un mayor número de tropas a la frontera libanesa. Nasrala defiende en cada intervención que el suyo es un segundo frente para obligar al enemigo a diversificar esfuerzos y aligerar el trabajo de Hamás, pero esta ruleta rusa de ataques y respuestas puede incendiar Líbano en cualquier momento.
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